Marzo 29, 2024

Volver a la Iglesia de Jesús

 Volver a la Iglesia de Jesús
Hace un tiempo leímos en Comunidad y con atención el libro “La Iglesia santa y pecadora de todos los días” de Reinaldo Sapag Chain, reconocido  biógrafo del inolvidable cardenal don Raúl Silva Henríquez. En ese entonces pensé escribir algo sobre los poemas expuestos en el texto citado y hoy, a raíz de lo que nos dijo nuestro Hno. Obispo de Roma, Francisco en su paso por el cono sur de América, les comparto estas breves reflexiones.
El libro de Reinaldo Sapag Chain, es oportuno y necesario.
Oportuno,  porque todos sabemos que nuestra Iglesia chilena está en una crisis no sólo de credibilidad. Y no porque lo digan las encuestas serias, sino porque es la propia Conferencia Episcopal de Chile la que lo reconoce, también casi todos los Provinciales de Congregaciones religiosas y un vasto mundo laical esparcido en parroquias, capillitas y obras y voluntariado adscritas a la Iglesia Católica. Necesario, ya que el propio Papa Francisco en los países latinoamericanos recién visitados, nos llama -a todas y todos- a ser sinceros con nuestra fe y a que tengamos Pastores y no “capataces”…
También los poemas del libro dicen en público lo que se habla en privado.
Nada permanecerá oculto” nos indica el Evangelio en forma certera. Por lo tanto, lo que nos expone el autor del libro que comentamos, no hace sino recordarnos, en un lenguaje directo y respetuoso, que así como están las cosas hoy en nuestra Iglesia, simplemente no pueden continuar. Esta forma de exponer los hechos, como lo hace Sapag Chain, es un mérito y no una falta como algunas jerarquías lo han querido erróneamente presentar.
El texto que comentamos, lo vemos como una Servicio a la Iglesia.
En efecto, cuando se lee el libro en forma desprejuiciada y tenemos una mínima información de los escándalos cometidos por no pocos clérigos chilenos -algunos de ellos gravísimos- , tendríamos que agradecer al autor por ejercer su “libertad de palabra en la Iglesia” y más aún, debería ser  la propia jerarquía de esta institución tan sagrada como respetable, la agradecida por este servicio que es decir y exponer con palabras sinceras, evangélicas y libres hechos que han golpeado la conciencia nacional. Nótese que aquí, como en los poemas del libro, no se hacen juicios temerarios, sino que se exponen situaciones vividas y sentimientos rodeados de humildad, belleza y denuncia!
Por lo anterior, es que me propuse escribir algo sobre este certero libro que nos entrega Reinaldo Sapag Chain. Reiterando que para que exista ese diálogo sincero que nos reclama el buen Hno. Francisco, hemos de exponer nuestra opinión con criterio, sin descalificación e intentar corregir lo que está dañado.
Nos alegra comprobar que varios obispos chilenos están -desde hace rato- en este empeño noble de escuchar y son menos ciertas autoridades eclesiásticas que siguen el camino de la autoridad mal entendida, la equivocación reiterada y el castigo a priori.
Recomiendo a toda persona creyente y de buena voluntad la lectura de “La Iglesia Santa y pecadora de todos los días” porque los cristianos y cristianas queremos una Iglesia sin dobleces,  menos castigadora y más parecida a la que nos dejó Jesús el Nazareno.
María Jesús Martínez
Directora de revista Reflexión y Liberación.
 

Editor

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