Abril 20, 2024

Más allá del Derecho Canónico / Felipe Navarrete

 Más allá del Derecho Canónico / Felipe Navarrete

La insostenible situación del Obispo Barros en Osorno es a todas luces un gran error, aunque para algunos es más fácil defenderlo utilizando el peso de la tradición de Iglesia, el Código de Derecho Canónico o citas fuera de contexto de algún Santo importante; pero lo difícil y que debiese ser lo esencial en el debate serio de todo cristiano católico es hacer referencia al Evangelio. Creo que si el obispo Barros y sus pocos defensores vieran y escuchasen las complejas situaciones que se viven en las comunidades parroquiales y al interior del clero, y lo contrastarán con la Biblia, entenderían el real problema que existe en la Diócesis de Osorno.

Así, para algunos, entre ellos Emmanuel Muñoz, es mejor citar fuera de contexto histórico al Santo de Asís o artículos del Derecho Canónico desconociendo las sugerencias del Obispo Collazi (visitador Apostólico de la Pía Unión en el año 2012) y otros documentos de la Iglesia que sugieren la re-formación de los miembros de la disuelta Pía Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón por ser una secta que no reconoce la autoridad total de la Iglesia, institución de la cual Juan Barros fue miembro hasta su disolución y donde nunca ha rechazado su formación. Desconocer aquellos, es un actuar irresponsable en una discusión pública seria.

Pero en eso, él no está sólo porque, en otra misiva publicada por su medio, el Señor Guido Bello plantea –con no poco desconocimiento- que la Iglesia es una institución donde una persona manda y otras obedecen, entendiéndola así como un conjunto de hombres que rinden pleitesía al clero. Por el contrario, en la Iglesia somos hermanos que para hacernos cargo de la realidad del mundo y transformarla, somos acompañados de pastores que son servidores, y dentro de esos servicio, el Obispo debiese cumplir la noble misión de ser garante de la unidad y común unión entre su comunidad y la Iglesia universal, cosa que Juan Barros ha sido incapaz de hacer porque es evidente la división en el pueblo católico, la deserción de no poca grey y las divisiones al interior del clero de Osorno.

Un último elemento en los que existe confusión por parte de estos hermanos, es que se ha reconocido el “sentir del pueblo fiel” como un derecho y deber de hacer ver los problemas que son atingentes a la comunidad, siendo narrado por el evangelista Mateo como mandato del maestro Jesús y que el Concilio Vaticano II acoge con santa sabiduría recogiendo la tradición de la Iglesia en el conjunto de sus 2000 años.

Finalmente, junto con agradecer este espacio, utilizo esta tribuna para invitar a un dialogo sincero, fraterno y sin sesgos frente a la situación que nos aqueja como católicos, porque en la Iglesia no somos un club exclusivo de amigos, sino que somos una comunidad de hermanos que vamos incluso más allá de la persona de Juan Barros. Abierto a conversar.

Felipe Navarrete Moya

Cristiano Católico de OSORNO.

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