Octubre 3, 2024

El verdadero templo de Dios es el ser Humano: Hombre-Mujer

 El verdadero templo de Dios es el ser Humano: Hombre-Mujer

(P: Faustino Vilabrille).-

Muchas de nuestras Eucaristías, ¿serán Eucaristías?

Una Eucaristía que no está abierta y comprometida con los empobrecidos del mundo, no es Eucaristía, aunque la presida un Obispo, un Cardenal o el mismo Papa.

Francisco acaba de denunciar que hay mucho dinero para rescatar bancos y no lo hay para rescatar y acoger a miles y miles de emigrantes y refugiados procedentes de Oriente Medio y de Africa.

Lucas 21, 5-19:

Algunos ponderaban la belleza del tempo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: ‘Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido’. Ellos le preguntaron:: “Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?”. Él contestó: “Cuidado con que nadie os engañe porque muchos vendrán usando mi nombre diciendo: ‘Yo soy” o bien “el momento está cerca”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá enseguida”. Luego les dijo: ‘Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos: grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa: porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”.

1.- Jesús anuncia un cambio radical en la forma de encontrar a Dios. A Dios, el templo que verdaderamente le importa es el templo del ser humano hombre-mujer, no los de piedra. En el templo del ser humano es donde podemos encontrar a Dios de verdad,adorarle y darle culto. Pero el verdadero culto a Dios pasa a través del culto al hombre, y este culto es el cuidado del ser humano.

A Dios no le importan para nada ni le hacen falta basílicas, catedrales, iglesias lujosas, o santuarios atiborrados de joyas y negocios. Decimos que se construyeron para gloria de Dios: eso es una simple ingenuidad. Si la gloria de Dios consiste en eso, Dios poco vale. Esas construcciones las hemos hecho para gloria y presunción de los hombres, no de Dios, incluso a costa de sangre, sudor y muerte de muchos seres humanos, como en el Valle de los Caídos, o todavía en marzo pasado, en un accidente laboral, construyendo una catedral en México, mientras que el 46,2% de la población de este país (55,3 millones) vive en la pobreza, y de este porcentaje el 20,6% se encuentra en pobreza extrema.


2.- Dios quiere templos vivos, no muertos.
Lo que gastamos en esas construcciones, ceremonias suntuarias con músicas, flores, órganos, inciensos, peregrinaciones, etc. son una ofensa al Dios vivo porque está muerto de hambre, de impotencia y desesperación en los empobrecidos de la tierra.

Ya Isaías decía: “No sigáis trayendo oblación vana: el humo del incienso me resulta detestable…, no tolero ayuno ni asamblea festiva. Vuestras solemnidades aborrece mi alma; me han resultado un gravamen que me cuesta llevar. Porque al extender vosotros vuestras palmas, me tapo los ojos para no veros. Aunque menudeéis la plegaria yo no oigo, porque vuestras manos están de sangre llenas: lavaos, limpiaos, quitad vuestras fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda... Tus jefes se han aliado con bandidos. Cada cual ama el soborno y va tras los regalos. Al huérfano no hacen justicia, y el pleito de la viuda (los más pobres de Israel) no llega hasta ellos”. Este otro es el ayuno que yo quiero: desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo, partir a los hambrientos tu pan, a los pobres sin techo recibir en tu casa, que cuando veas a un desnudo lo cubras y de tu semejante no te apartes”.

3.- Jesús arremetió con furia contra el montaje que había en el templo de Jerusalén,hasta el punto de emprenderlas a latigazos contra los banqueros y traficantes que hacían allí su negocio. Por eso anuncia su ruina. A la Samaritana le dice que los verdaderos adoradores no adorarán a Dios ni en los montes ni en Jerusalén, sino en espíritu y en verdad. Ya podría venir hoy a desmontar a los grandes bancos y sus banqueros, pero no va a venir: estamos nosotros para hacerlo. Los gobiernos tuvieron mucho dinero de todos los ciudadanos para darles, pero no lo tienen para rescatar y acoger a emigrantes y buscadores de refugio.

Para Jesús no hay más adoración ni más fe que aquella por la que únicamente nos va a preguntar: “venid a tomar posesión del Reino por que tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber… Cuando lo hicisteis con los más necesitados, conmigo lo hicisteis”.

Estructuras injustas: Hoy luchar contra el hambre es luchar contra la estructuras que producen cada día más hambrientos: los grandes bancos, las multinacionales, los terratenientes, los militares y paramilitares al servicio de los poderosos, los gobiernos, instituciones y políticos comprados y corruptos, la avaricia de dinero y poder que muchos llevamos dentro…

San Pablo dice: “vosotros sois el templo vivo de Dios, donde Dios habita”. A los primeros cristianos no les hicieron falta ni simples iglesias. Se reunían en cualquier casa para celebrar la Eucaristía, y lo importante era compartir la fraternidad, y cuando no lo hacían así, Pablo les dice: “eso no es celebrar la Eucaristía del Señor”. Muchas de nuestras Eucaristías, ¿Serán Eucaristías?, porque mientras uno a una está bien vestido, a lo mejor el que está a su lado pasa frío y tiene hambre. Más aún, una Eucaristía que no está abierta y comprometida con los empobrecidos del mundo, no es Eucaristía, aunque la presida un Obispo, un Cardenal o el mismo Papa.

4.- Erradicar las causas: Nuestra sensibilidad nos impulsa a atender de inmediato necesidades graves que no admiten espera y debemos y tenemos que actuar de inmediato. También Jesucristo lo hacía, pero lo que verdaderamente le preocupaba era erradicar las causas de esas necesidades y sufrimientos, la construcción del Reino de Dios, que las cortaba de raíz, o sea:

-la justicia: “dichosos los que tienen hambre y sed de justicia”.

-la igualdad: “a nadie llaméis Maestro, todos vosotros sois hermanos”.

-el amor: “este es mi mandamiento, que os améis unos a otros”.

-la paz: “la paz os dejo, mi paz os doy, no como la da el mundo”.

-la vida: “he venido para que todos tengan vida y la tengan en abundancia”.

-la fraternidad: “uno solo es vuestro Padre, todos vosotros sois hermanos”.

Con justicia, igualdad, amor, paz, vida y fraternidad, no habría ningún sufrimiento injusto en el mundo.

Que así sea lo antes posible. Amén. Un abrazo muy cordial a todas/os.-Faustino

NOTA.-La peor fusión de la historia entre dos empresas:

Monsanto contamina nuestros campos y nuestros alimentos. Bayer produce pesticidas que acaban con las abejas y adulteran la naturaleza. Y ahora pretenden unirse en una mega compañía de 100 mil millones de dólares que controlaría totalmente el mercado mundial de alimentos. ¿a favor de quién? De los que puedan pagarlos, los demás a morir de hambre. El neoliberalismo, con sus Multinacionales, quiere que la gente de toda Africa se muera lo antes posible, que no quede nadie, para disponer de sus riquezas, su tierra, su agua y sus minerales, con total libertad, sin que nadie, sin que ningún gobierno les ponga cortapisas.

El Papa Pío XI dijo: “la dictadura económica se ha adueñado del mercado libre; por consiguiente, al deseo de lucro ha sucedido la desenfrenada ambición de poderío; la economía toda se ha hecho horrendamente dura, cruel, atroz.”


El Papa Francisco dice:
“Queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos. Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana Madre Tierra”.


¿Qué nos vendrá ahora detrás de Trump?
Sin duda más injusticia, más desigualdad, más pobreza, más riqueza para los más ricos, más pobreza para los más pobres, más conflictos, más muertes prematuras en los países pobres, más gastos militares, más adulteración y explotación injusta de la Tierra.

P. Faustino Vilabrille Linares

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