Marzo 28, 2024

Los Cristianos que están al Servicio del Prójimo son Anticapitalistas

 Los Cristianos que están al Servicio del Prójimo son Anticapitalistas

Tras la aplastante victoria de la Derecha en las Primarias y el éxito de Piñera, me hacen reflexionar, y me simplemente debo decir que ser de Derecha y cristiano es una contradicción biológica que lleva existiendo demasiado tiempo.

Hay principios básicos del modelo económico ofrecido por los Chicago Boys y adoptado por la Dictadura: que la única estructura para el desarrollo económico es una en la que el sector privado pueda operar libremente; la empresa privada es la forma más eficiente de la organización económica, y eso, por consiguiente, el sector privado debiera ser el factor predominante en la economía. En el Ladrillo se planteó que el bien moral del empresariado y su rol en la reconstrucción de la sociedad produciría bienestar, efectivamente hubo chorreo, la calidad de vida aumento, pero a que costo, e incluso ¿realmente aumento la calidad de vida? Las encuestas dirán que hay mejor calidad de vida, pero no es al menos sospechoso que aumentaran los suicidios, que aumentara la depresión de forma estrepitosa. Dios no creo vida para que esta se bote, debemos luchar por la vida, y luchar por la vida es luchar contra el sistema que te deprime y mata.

Es cierto que en la población la gente tiene plasmas, iphone, ropa exclusiva, pero esto es otra forma de alienación, que ha llevado al sujeto a pasar de un ciudadano maximalista que era ciudadano en todo ámbito; buen vecino, solidario con todos, militante de alguna ideología o movimiento, creyente que vivía la fe en la acción y comprometido con su barrio, a un consumista, que se llena de comida chatarra, compra y compra, un ciudadano Credit Card como diría Moulian. Sumado a esta enajenación y desasociación de la persona de su entidad gregaria, está el hecho que el acceso a estos bienes tiene el costo de la vida y el destino del trabajador. El proletario sigue proletario, aun con iphone, pues solo es dueño de su prole (si es que), pues para acceder a bienes antiguamente exclusivos del burgués, desde Maipú a la Reina, todos se endeudan, con una falsa moneda que no existe, que no tienen, y que tardaran en pagar e incluso pagaran más con las tasas de crédito, llevando a las familias a vivir para pagar cuentas y no para disfrutar y cuidar la creación. Eso no es calidad de vida, es una mentira, los que queremos bienestar y felicidad, los que estamos al servicio del prójimo somos enemigos de esta sociedad.

Hemos pasado de vivir en una sociedad donde el poder estuvo en los trabajadores, a el mundo de las entidades ficticias, las sociedad anónimas, que paradójicamente son los mismos ricos de la colonia y los oligarcas del siglo XX, que por sangre pararon al gobierno, en palabras del Cardenal Raúl Silva Henríquez, más cristiano que tuvo Chile, el gobierno de la Unidad Popular. A estos anti demócratas se les sumo a la fiesta un grupo de nuevos ricos, quienes ganaron todo con información privilegiada en subastas injustas y ridículas. Los que ponían precios y condiciones a las acciones que vendían desde la CORFO también compraban, como trabajadores, bajo el concepto de capitalismo laboral. Entre ellos se destacaron los nombrados, Jorge Yuraszeck y miembros de la Junta Militar que también compraron acciones de grandes empresas. El propio Pinochet adjudico su fortuna a las acciones compradas de ENDESA. Fortuna denunciada por el Senado norteamericano en sus cuentas en el Banco Riggs y en otras que manejaba con nombres falsos, como Daniel López. Los bancos y sus dueños mandan el país, y han impuesto en nuestra Constitución sus reglas. Mientras Leturia y Guzmán, cristianos de nombre, permitieron el robo y la construcción de un país que hizo a los ricos más ricos, los más pobres y oprimidos, por el contrario siguieron y siguen siendo oprimidos y pobres. Este sistema no alimenta a quienes trabajan, debemos derribarlo.

Deudas, miedo, rabia e incertidumbre, el verdadero espíritu del sistema neoliberal, lo que vive el pueblo. Con miedo de sus vecinos y con rabia de no poder pagar una buena educación o perder su casa, gente que no tiene ni casa propia o casa alguna, la realidad no es el jaguar o la pequeña Europa, la realidad es que vivimos en una sociedad indecente e injusta. Lo pecaminoso no es la apertura a la diversidad como dice el ridículo del pastor Soto (que ni siquiera es pastor), lo pecaminoso es que el dinero rige la vida y para peor de los males, quienes son sueños del dinero rigen la vida de los más pobres, tan indecente que cuando las mujeres se embarazan se les paga solo el 75% de su sueldo, pues en palabras de Hernán Buchi: “se van a descansar”, los pervertidos y decadentes no son quienes estamos en la “marcha del orgullo” o “la otra marcha”, son los derechistas que niegan el derecho a la vida, vale decir, el derecho a la vida digna, pues no vale de nada defender un feto si se va a condenar a la injustica cuando crezca. Todos estos indecentes y pecadores olvidan que “El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; Más el que tiene misericordia del pobre, lo honra” (Proverbios 14:31).

Nosotros en cambio, queremos cambio, queremos revolución, como dijo el mismo Papa Francisco: “Digamos juntos desde el corazón: Ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo” (Discurso 1er Encuentro Mundial de Movimientos Populares. Aula Vieja del Sínodo, Ciudad del Vaticano, 28 de Octubre de 2014). Ser cristiano y defensor del capitalismo es hasta una contradicción biológica, es denigrante que haya cristianos que se hablen de “Dictadura Gay”, mientras el problema es que vivimos en la “Dictadura del Capital”.

Nosotros queremos ofrecer una solución a estas contradicciones, queremos una salida, una opción, y como San Ignacio habla de la contemplación en la acción, nosotros ya contemplamos suficiente y actuaremos por los cambios, nos dirigimos al Socialismo. No más capitalismo; ni en el hogar ni en el mercado. Basta ya; de individualismo, de derroche, de plusvalía, de carencia de derechos, de cristianos pasivos que solo van a misa el domingo pero no actúan en favor del prójimo. Es hora, es tiempo para que el buen samaritano salga de la Biblia para encarnarse en nuestras acciones, es hora de seguir y amar al obrero y campesino que es Jesucristo.

Como Cristianos de Izquierda afirmamos como señalo Bergoglio: “La distribución justa de los frutos de la tierra y el trabajo humano no es mera filantropía. Es un deber moral. Para los cristianos, la carga  es aún más fuerte: es un mandamiento. Se trata de devolverles a los pobres y a los pueblos lo que les pertenece” (Discurso 2do Encuentro Mundial de Movimientos Populares. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 9 de Julio de 2015). Desde hoy y para siempre como creyentes debemos ser apóstoles de la Justicia Social, como lo fue Camilo Torres y Rafael Agustín Gumucio Vives, como lo sigue siendo P. Pepe Aldunate y Leonardo Boff, por todos los que se fueron, están y vendrán, por la construcción del Reino de los Cielos en la Tierra.

¡Vivan los trabajadores! ¡Viva Latinoamérica! ¡Cristo está vivo, a difundir el amor por el prójimo!

Alonso Ignacio Salinas Garcia

Alumno 4° Medio del Colegio San Ignacio del Bosque  –  Santiago de Chile.

contacto@izquierdacristiana.org

www.reflexionyliberacion.cl

 

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