Abril 19, 2024

El Salario Humano es el que responde a las necesidades reales de la persona

 El Salario Humano es el que responde a las necesidades reales de la persona

(P. Faustino Vilabrille).-

Comentario Evangelio 24 de septiembre 2017

Mateo 20,1-16
Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: “El Reino de :s Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para la viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: Id también vosotros a mi . viña y os pagaré lo debido. Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: “¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”. Le respondieron: “Nadie nos ha contratado”. Él les dijo: “Id también voso¬tros a mi viña”. Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: “Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”. Vinieron los del atardecer, y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: “Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”. Él replicó a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injuria. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”. Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos”.

1.- Todos los días nada más salir a la calle te encuentras con decenas de personas pidiendo, cada día más. La mayoría exhiben un cartel que más o menos dice: “Parado sin recursos, busco un trabajo, necesito ayuda. Gracias”. A veces añaden parado con hijos…

Esto en los pueblos apenas ve aunque también hay personas necesitadas, pero en las ciudades, lo ves todos los días y a todas horas. Y no solo pidiendo, sino revolviendo en los contenedores en busca de algo aprovechable: comida, objetos, ropa…Hace poco tiempo vi sacar de un contenedor toda una bolsa negra, grande, llena de pollos. Me fijé porque había un número considerable de personas en torno al contenedor.

Seguro que escenas como estas hay muchos miles en este país, lo que demuestra el grado de deterioro de nuestra sociedad y la clamorosa injusticia de quienes ganan a diario cientos o miles de €, mientras otros muchos ni siquiera reciben una mínima ayuda. Los salarios pueden ser injustos por defecto y por exceso.
La falta de trabajo, o un trabajo que no da para vivir de una forma mínimamente aceptable, y peor aún sin esperanza de conseguirlo, es una gran tragedia para muchas personas en este país: en agosto pasado teníamos 3.382.324 parados, de los cuales eran hombres 1.431.435 y mujeres 1.950.889. Las mujeres siempre llevan la de perder, no solo por tener menos posibilidades de trabajar, sino además por a igual trabajo cobrar menos.
Y encima, tener que oír a los gobernantes de turno que ya hemos salido de la crisis; es mofarse de todos ellos. Veamos:
Evolución del Paro 2008 a 2017:

Fechas: Parados:
Agosto 2008..……2.530.001
Agosto 2010……….3.969.661
Agosto 2012……….4.625.634
Agosto 2014……….4.427.930
Agosto 2016……….3.697.496
Agosto 2017……….3.382.324

Todavía hoy, en agosto de 2017, estamos con muchos más parados que había en 2008, pero no solo eso, sino que el mayor lastre que deja la crisis es una bolsa de parados de muy larga duración de algo más de un millón y medio de personas que tienen muy complicado volver a engancharse al mercado laboral. Este problema se agrava a medida que este colectivo va agotando todas las prestaciones por desempleo y subvenciones, hasta terminar quedándose sin ingresos y sin la posibilidad de acceder a un trabajo. Esta es la situación en la que se encuentra el 44% de los parados en España, casi 1.500.000 personas. Para todos ellos, la recuperación económica no existe.

Además, más de un millón y medio de estos parados tiene que hacer frente a su día a día sin ningún tipo de prestación o subsidio, y quienes se encuentran protegidos cada vez lo están más por ayudas asistenciales y no por prestaciones de carácter contributivo.
De los 1.764.983 beneficiarios de prestaciones y subsidios de desempleo, sólo 672.474 perciben una prestación contributiva. El resto, casi un 62%, cobra una ayuda de carácter asistencial. A esto hay que añadir que solo el 8,25 % han accedido al mercado laboral con un contrato fijo.

Hay otro gran problema más: En 2016, 1.166.900 personas tenían un trabajo temporal a tiempo parcial, lo que supone un 7,5% del total de asalariados de nuestro país. Es una cifra récord: nunca antes tantos trabajadores estaban en esta línea de contratos por horas y de solo unos meses. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) no arrojan una cifra muy diferente para 2017. En el primer trimestre del año, ese número es de 1.131.800 contratos precarios (El Confidencial 06-06-17).

Señora Fátima Bañez, Ministra de Empleo, le oímos decir que la crisis ya estaba casi superada y que era “Sólida, sana y social”: a ver si presumimos menos de algo que no es cierto, y ponemos pronto remedio a una situación tan penosa que viven y sufren tantos miles de personas en este país. Señora Ministra, ese mismo día que usted hacía esas afirmaciones UGT proporcionaba datos sobre salarios y nivel de vida con los que ha denunciado que la precariedad salarial hace que el 10% de los trabajadores no puede ni siquiera hacer frente al gasto de la alimentación.

Cáritas alertó en junio pasado de que siete de cada diez hogares no percibe los efectos de la recuperación económica y nueve de cada diez no cree que hayan mejorado sus condiciones. España es además el cuarto país de la OCDE con más número de niños en hogares sin empleo (Huffpost 29-08-17).

2.- Ante este panorama, ¿cómo interpretar el pasaje del Evangelio de hoy? Jesús fue probablemente un artesano que iba buscando trabajo donde podía, aunque S. Pablo le llama literalmente esclavo (doulos, en griego) y dice que pasó por uno de tantos (Filipenses 2,7). Su vida fue dura y penosa. Por eso Jesús conocía por experiencia propia las necesidades reales de la gente, y su preocupación era satisfacerlas. Sentía en si mismo el dolor del pueblo oprimido. En esta parábola parece que Jesús no juzga con justicia, según nuestros criterios mercantilistas. ¿Cuál es la explicación?

-Aquellos obreros entendían el salario como nosotros hoy: el que más trabaja más cobra, y el que menos trabaja menos cobra. Es más, quienes están contratados por horas, a más horas más sueldo, y a menos horas , menos sueldo. Pero Jesús no sigue estos criterios puramente mercantilistas, sino que se fija en las necesidades reales de cada persona: Los que fueron contratados a última hora, sin duda tenían las mismas necesidades que los que fueron contratados a la primera, y por eso Jesús les paga como a los primeros. Y es que la cuantía del salario deberían fijarla las necesidades reales de las personas. O sea que, para Jesús, la medida del salario son las necesidades reales de cada persona.

Jesús actúa en clave de generosidad, totalmente contraria a la que aplicamos en el neoliberalismo, en el que el que más tiene y menos necesita es el que más recibe, mientras que el que más necesita y menos tiene es el que menos recibe, hasta que llega un momento en que no recibe nada, como pasa con los parados de larga duración: los bancos y sus banqueros recibieron miles de millones por su desastrosa gestión, mientras que miles de víctimas de ellos tienen que vivir de la subsistencia.

-La política económica de Jesús es totalmente contraria a la que aplica el neoliberalismo; la política de Jesús es compartir entre todos los bienes que hay en el mundo, que son de sobra, incluso para el doble de la humanidad actual. Tampoco se trata de quitar todo a los que tienen casi todo para darlo a los que no tiene nada, sino de compartir, de solidaridad, de ser justos, para que haya suficiente para todos, e incluso que sobre, como el vino en las bodas de Caná o el maná en el desierto donde al que cogía de más no le sobraba y al que cogía de menos no le faltaba (Exodo 16,16-18), y así vivir en este mundo sea más feliz y gratificante para toda la humanidad. ¿Para cuándo será? Tardará, pero cada vez hay más personas, y cada vez más contrarias a la realidad actual de este mundo, tan fracasado que no solo acaba con la esperanza de las personas sino también con el futuro del planeta al que explota cada vez más, personas que luchan y luchan por mejorarlo. Este proceso del neoliberalismo injusto y fracasado, acabará obligando a todos a cambiar el mundo, pues en ello se juega el destino de todos.

P. Faustino Vilabrille Linares

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