La Iglesia católica de Texas revela los nombres de 286 curas que abusaron de niños
Quince diócesis del Estado de Texas, bajo el mando del poderoso Cardenal Daniel DiNardo, entregaron la información con el objetivo de “ofrecer recuperación y esperanza a los que han sufrido…” El Cardenal DiNardo, nada dice sobre el derecho a la Justicia y esto causa conmoción en la opinión pública Norteamericana…
Un poco de historia: La mañana del 28 de noviembre, investigadores del Departamento de Policía de Texas ejecutaron una orden de registro en las oficinas de la cancillería de la Arquidiócesis de Galveston-Houston, hogar del Cardenal Daniel Nicholas DiNardo, actual Arzobispo de Galveston-Houston, quien presta servicios desde 2006 y es Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. DiNardo es básicamente el principal representante del Papa Francisco en los Estados Unidos y el cardenal estadounidense más poderoso de la Iglesia Católica.
Una orden de registro fue obtenida por la oficina del fiscal de distrito para el Condado de Montgomery y fue servida ayer por la mañana por oficiales del Departamento de Policía de Texas Rangers y Conroe para investigar lo que podría ser otro encubrimiento de pedofilia orquestado por la Iglesia Católica para proteger su red de pedofilia. La oficina del fiscal del distrito declaró el 28 de noviembre de 2018 que está buscando documentos relacionados con el caso del Padre Manuel La Rosa-López, quien fue arrestado por la policía de Conroe en septiembre por cuatro cargos de indecencia a niños. Dos personas se han manifestado diciendo que el padre Manuel La Rosa-López abusó sexualmente de los niños mientras trabajaba en la Iglesia Católica del Sagrado Corazón en Conroe desde fines de la década de 1990 hasta principios de la década de 2000.
Sin embargo, el cardenal DiNardo negó que cualquiera de los casos fuera “creíble.” Al mostrar casi tanta hipocresía como el propio Papa Francisco, las declaraciones de DiNardo muestran que está controlado por la mafia pedófila en el Vaticano, y retratan el cinismo de la jerarquía estadounidense en torno a la crisis global de abuso sexual infantil.
Ahora, y bajo la presión de la Santa Sede, líderes de la Iglesia católica solo del Estado de Texas entregó este jueves a 286 sacerdotes y otros cargos eclesiásticos que supuestamente han abusado sexualmente de menores de edad a lo largo de las últimas décadas.
Quince diócesis del estado de Texas, incluyendo las de Austin, San Antonio, Dallas y Houston, revelaron los nombres de los religiosos que presuntamente abusaron de niños y adolescentes, en el marco de una campaña iniciada en agosto de 2018, cuando una corte de Pensilvania hizo públicos los casos de 300 sacerdotes que supuestamente hicieron lo mismo.
“Los obispos de Texas hemos decidido dar a conocer los nombres de estos sacerdotes en este momento porque es correcto y justo, con el objetivo de ofrecer recuperación y esperanza a los que han sufrido”, apuntó hoy en un comunicado el cardinal Daniel DiNardo, de la diócesis de Galveston-Houston.
Por su parte, el reverendo Michael Olson, de la de Fort Worth, señaló en una carta a sus feligreses que se siente “profundamente avergonzado de los errores pasados por parte de los encargados del liderazgo en la Iglesia que fracasaron en proteger a los niños”. Después de la publicación del informe judicial en el estado de Pensilvania en agosto, cerca de 50 diócesis de todo Estados Unidos han publicado listas con nombres de más de 1.200 curas acusados de abuso sexual a menores.
En ese documento, el jurado de Pensilvania criticaba que todos los casos identificados fueron dejados de lado por los líderes de la Iglesia “que prefirieron proteger a los abusadores y a la institución, sobre todo”. Como consecuencia del encubrimiento, casi todos los casos eran demasiado antiguos como para ser juzgados, ya que la mayoría son anteriores al año 2000.
La Conferencia Episcopal de Estados Unidos, anunció entonces, un plan integral para abordar la “catástrofe moral” que sufre el seno de la Iglesia estadounidense tras el escándalo de abusos sexuales a menores destapado en Pensilvania.
Por su parte, el Vaticano calificó de “criminales” los abusos de sacerdotes a menores descritos en el informe de Pensilvania y consideró que “debería haber asunción de responsabilidad” de los abusadores y de quienes “permitieron que se produjeran”. El Papa ha pedido que los clérigos comprometidos en estos hechos criminales deben entregarse a la Justicia…
Tras el escándalo, varias congregaciones católicas de los estados de Arkansas, Oklahoma, Luisiana y Nueva York han dado a conocer las identidades de sacerdotes implicados en este tipo de actividades y han condenado los hechos que tienen conmocionada a la opinión pública norteamericana y al mundo.
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