Marzo 19, 2024

El cristianismo, una religión… / Paul Buchet

 El cristianismo, una religión… / Paul Buchet

Una encuesta reciente de la Universidad Católica aporta algunas informaciones  acerca  de la situación por la que a atraviesa la Iglesia. 

Por provenir de una institución eclesial  ésta se presenta como un sondeo de opiniones  al nivel nacional. Lo interesante es que  se puede descubrir en filigrana el interés de los  promotores de las preguntas que se hicieron  a los encuestados. Ellos mismos  introducen algunas breves evaluaciones antes  los resultados de cada sección investigada.

Las primeras  preguntas  acerca de la religión plantean dos alternativas para distinguir los entrevistados según su profesión religiosa: se les pregunta si son  católicos o evangélicos, una tercera alternativa agrupa juntos los  creyentes de otras religiones  o espiritualidades más los agnósticos y ateos. Los resultados encontrados se informan juntos con  datos  de los 15 años anteriores (2006 al 2022). Esto entrega  datos  del descrecimiento  de las dos religiones a todo lo largo del país: los  que se declaran católicos pasaron de 70% a 48%, los evangélicos de 12% a 17%  y el tercer grupo subió del 14% a 30%. A esto, se puede complementar las cifras de prácticas ‘frecuentes’ que  han bajado de un 16% a un 13% por los católicos  y  de un 54% a un 39% por los evangélicos.

Este análisis de estas dos religiones revela un punto de vista católico privilegiado. Al nombrar la religión “evangélica” se agrupa confesiones muy distintas y se elude  otras religiones como  los ortodoxos, mormones, testigos de Jehovah, musulmanes budistas… Por mínimas que sean estas otras confesiones religiosas,  es extraño que no aparezcan ya que se empiezan a manifestar en la población de todo el país. A demás, a pesar de las  veleidades ecuménicas, los “diálogos” interreligiosos y la  figuración de nuevos líderes religiosos en actos públicos…la encuesta  no se los distingue de los no creyentes.

En el sondeo, las categorías de “religiones” y de “creencias” se mezclan y la noción de “Iglesia”  está totalmente ausente. Esto deja confusa la participación religiosa como una adhesión institucional, como una agrupación que comparte creencias o  una definición censal….¿Que debería  calificarse como  “religión”? la  importancia numérica, la institucionalidad, la  legalidad…?

El vacío que deja la encuesta  revela el problema actual de la religiosidad. Los católicos se definen  tener una “religión” y tener unas “creencias”, pero se definen también por  una pertenencia a la  Iglesia.  Cuando todas las instituciones religiosas están cuestionadas sino desautorizadas, el catolicismo se define como algo más que como “religión”.   La religiosidad individual y grupal ganó  espacio entre los católicos que entre evangélicos. Identificar como de religión “católica”  o  “evangélica” es buscar una respuesta fácil para  censo y por otra parte declararse “sin religión” es mal visto.

En  un foro televisivo,  un teólogo católico declaró que “los mapuches “No” tienen religión”. Esta afirmación extraña a los que conocen los guillatunes y los machitunes. Quizás el teólogo no oyó nunca decir de un mapuche que “no necesitaba libro para creer en Dios…”

A continuación, la encuesta da cifras para calificar los  entrevistados según su religión, su edad y estatus económico. Informan también de datos  de su grado de  fe, de sus prácticas religiosas.  Preocupados  que en la religión católica importan las creencias, la encuesta formula una pocas preguntas: acerca de la Resurrección final, de Jesucristo  hijo de Dios, de  los milagros, de las devociones a los santos,  de los cementerios, de las mandas  y los rezos a la Virgen.  Esta selección de creencias deja quizás entrever   inquietudes institucionales y algunas  preocupaciones  pastorales.  ¿Serán, éstas, las creencias más relevantes o problemáticas? ¿Será la religión católica un  compendio de creencias y de devociones  de todo tipo? Pero, ¿Por qué no se pregunta nada acerca de  los  sacramentos, del  Papa,  de las parroquias, de los sacerdotes….?

En otras secciones  aparecen  preguntas  para una  apreciación de la Iglesia católica  entre todas las instituciones, se entregan  datos de opiniones acerca de la sociedad, la familia, la violencia, la homosexualidad, el aborto, la eutanasia: Las posturas valóricas  de los encuestados hace pensar que los católicos son  conservadores, un hecho que se subraya en el documento informativo.

Siguiendo  analizando el concepto de “religión” que usa la encuesta, se puede recordar  que  algunos teólogos se preguntaron  si el Cristianismo es,  a propiamente hablando,  una “religión”·.  De hecho, las religiones, existen  de mucho antes del Cristianismo (católicos y evangélicos) pero  anotar  el cristianismo en la lista de las religiones parece quitarle toda su originalidad.. Vale la pena recorrer, su inicio, su historia.

 De primera,  reconozcamos que Jesús del Nuevo testamento no se presenta  como fundador de una “nueva religión, de hecho si vivió la tradición religiosa del Antiguo Testamento, frecuentaba el templo, las sinagogas, conocía los escribas,  los Fariseos, los  ancianos de su pueblo…pero  sus críticas  a las religiosidades hipócritas fueron  muy severas. A demás  invitó sus discípulos a unas perspectivas universales. Hace falta recordar  su  diálogo con la samaritana, hablando de un culto en espíritu y verdad. La iglesia primitiva tuvo dificultades para encontrar una identidad propia.  Los primeros cristianos se distanciaron de la sinagoga judía y San Pablo predicó a Cristo resucitado a los “paganos” confrontándose a  las antiguas religiones y al culto del imperador de la epoca. Encomendados por Jesús, los evangelizadores bautizaron, se reunieron en comunitariamente  para escuchar y  leer los testimonios de todo lo hecho y dicho por  Jesús y dando gracias actualizando su  presencia entre ellos. “Los del Camino” como se llamaban inicialmente  fueron perseguidos pero pasando los años y  multiplicándose,  recibieron el nombre de Cristiano, ¿Qué otra identidad podían tener? Después   buscaron coordinarse y organizarse  muchas veces imitando las instituciones existentes nombraron  “obispos” territoriales, construyendo  templos, redactando compendio de fe, definiendo dogmas, ritos  cultos, tradiciones…etc.

La encuesta mencione que, hoy día, sólo 75%  de los  que se dicen católicos, declaran creer en Jesucristo Hijo de Dios. En la selección de creencias y prácticas que mencionan con cifras  de 2012 a 2022 los que  creen en  la resurrección final legaron a 45%, los milagros 64%, las devociones 39%  la Virgen a “32”, celebrando no encontrar, dicen una  disminución notable de la piedad popular.

Lo anterior para invitar a leer la encuesta y descubrir sus curiosas perspectivas.   Las preocupaciones de sus creadores  no fueron de buena pastoral eclesial,  no se ve  su objetivo ni su intencionalidad. Con un punto de vista  narcisista veces, con una actitud independiente; hablando de la  “religión católica”.

La problemática  de los que no son ni católicos ni evangélicos  que pasó de un 14 a un 30 %  en 15 años merecía más detalle y las creencias  especiales que  se señalaron globalmente  merecían  una  atención especificación  según la religión o lo no creyente .  Se menciona el Karma, la meditación espiritual, lo sagrada natural, la energía cósmica, el fin del mundo, la practica espiritual del yoga, la reencarnación, la astrología, las animitas …   Y se  olvidaron ( o no apareció) el Guillatún de los mapuches!

Otra cifra que da por pensar  es la misma creencia en Dios en el país.  Ésta bajó  de 93% a 73%.  En realidad, no se trata de ninguna religión en particular, se trata de la  religión “natural”  transversal a todos los grupos religiosos. Ella se resume en creer en la existencia de Dios. Un chiste de simili religiosidad la denigra diciendo : “El diablo, también, cree que Dios existe”. Apropiándose de esta credulidad, se bautizó muchos “católicos” que fácilmente se sumaron en la religiosidad popular.  En realidad el criterio de “religión” engaña.

Quien habla de  la religión “católica”,  a menudo, se refiere a la Institución de la Iglesia, su organización, sus autoridades, sus creencias, sus ritos y sus valores tradicionales. Tan trivial es esta calificación que puede designar  un club de futbol o una universidad. Por esto, cuando los católicos  proclaman su fe de creer: “la Iglesia  una, santa, católica y apostólica”  no se refieren a una  “religión” virtuosa sino a la “Iglesia” como  Reino de Dios,  proyecto de Jesús.  Es también ficticio hablar  de “religión evangélica” porque  existe una multitud de  agrupaciones evangélicas distintas, si hay que hablar de religiones, hablemos de religiones “cristianas” pues Cristo es la referencia. Es de esperar que el próximo censo de población del país encuentre una mejor manera de definir las distintas entidades “religiosas” o espirituales cómo por ejemplo según su afiliación a tal o cual iglesia o denominación.

Con todas sus ambigüedades, la encuesta de la Universidad Católica revela  la ausencia  de  una visión de “Evangelización”. Se puede lamentar en  las cifras el auge de la secularización, consolarse de la poca merma de devoción a la Virgen María,  se señala unas nuevas creencias como el karma…pero no se ve  en estas informaciones algunas orientaciones para guiar los pastores y los laic@s, a lo contrario,  dejan mayor confusión.

Quizás esto ayude  a convencerse a buscar un  camino de evangelización distinto de las formas  tradicionales  conquistadoras, predicadoras, propagandistas, moralizadoras.  Las preguntas  hechas  en la encuestas podrían haber indagado del nivel de conocimientos religiosos a las nuevas generaciones, podrían haberse  evaluados los grados del  individualismo de las religiosidades y de las nuevas espiritualidades, también  revelado  la política  actual de  relegar de las religiones fuera del ámbito social.

Años atrás, el Papa Francisco promovió  los cristianos a una evangelización “en salida”. Después obispos y laic@s pidieron formación para salir, se sentían incapaces, ayer eran los religiosos encargados de la evangelización. Después la falta de iniciativas hizo pensar en la necesidad de un reforzamiento espiritual. Pero hasta ahora esta salida evangelizadora no se está produciendo y, a lo contrario, muchos se repliegan en un  intimidad espiritual.

En otra encuesta, la secularización merecería ser mejor informada,  no es un fenómeno que se creía exterior a la Iglesia pero se descubre en la vida de los cristianos. El ejemplo histórico ha sido la regulación de los nacimientos que las católicas desautorizaron, abandonando  los criterios tradicionales y las predicas clericales. Desde entonces, es la mayor parte de los espacios del diario vivir  que escapan a la práctica, la sacramentalización, la moral,  la educación religiosa y hasta las creencias de los fieles.  Si las instancias eclesiales quieren empezar a evangelizar deben empezar por hacerlo en su propia esfera.  ¿Cuál cristiano no tiene mal o ningún entendimiento de lo predicado o proclamado “doctrina católica”? ¿ Quien no tiene rubro de su vida que maneja “sin Dios”?

Quien quiere evangelizar debe abrir un diálogo con otros hermanos cristianos sobre estas realidades de su vida que no tienen interpretación definida en su vida. Unos ejercicios de diálogo  sobre estos espacios son imprescindibles para lograr testimonio de fe y salir a evangelizar.  Un grupo decidido a dialogar, (1) escoge  un hecho”pagano” de la vida. Iniciando la reunión  y deberá (2) empezar por un silencio en él que cada uno tomará  conciencia de su visión  personal del hecho (si la tiene) para dejarla “en pausa”, sin utilizarla .(3) El grupo  se dedica entonces a juntar cuantas informaciones se puede para  dar amplitud y perspectivas al propósito de diálogo.

El diálogo es escuchar, hacer hablar, preguntar, contestar. Cuando se ha dado vuelta  suficiente a la problemática investigada, se puede (4) pedir a cada uno  dar su interpretación personal del hecho analizado. Es aquí, que, si se puede hacerlo, se alcanza,  una referencia a Cristo y su evangelio  (5) Se registra las expresiones, las sensibilidades,  las dificultades encontradas… Al final, se elabora en grupo un resumen de lo que se logró y (6) se programa  seguir profundizando la conversación o programando una próxima conversación. Si  en una oportunidad no se encuentra  interpretación cristiana para un hecho, se decide unas lecturas personales suplementarias del evangelio, se puede  invitar otros a dialogar para compartir la fe al máximo.

 Este método de dialogo evangelizador es simple. Debe llegar a ser una dinámica  aplicada en  cualquier relación interpersonal: con el hijo, la pareja, el vecino, el grupo parroquial, cualquier grupo que exista.   La pastoral debería crear grupos  de diálogo sobre  cualquier problemática  social, moral, religiosa o política…

Paul Buchet  –  Temuco

 

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