‘Mientras haya Memoria, habrá Esperanza’
Del 2 al 9 de septiembre se realizará la ‘Cumbre Internacional por la Democracia y los Derechos Humanos: Allende 50 años’ en la Municipalidad de Recoleta en Santiago. Saludando este magno Evento, iniciamos la publicación de artículos relacionados con la Memoria histórica y el Gobierno Popular del Presidente Salvador Allende.
“El 4 de septiembre de 1995 hemos recordado un aniversario: 25 años desde el triunfo de la Unidad Popular con Salvador Allende en 1970.
Un Seminario Internacional quiso anticipar este acontecimiento, reflexionando bajo el lema: ‘Mientras haya Memoria, habrá Esperanza’. Fue convocado por el Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, auspiciado por la Corporación de Estudios estratégicos y la revista ecuménica ‘Reflexión y Liberación’. Se realizó del 21 al 23 de julio en el Centro de Eventos Diego Portales.
Los mil días de la Unidad Popular fueron ciertamente un acontecimiento memorable que impactó en su tiempo y levantó una gran esperanza no solo en Chile sino en todo el mundo. Su originalidad era que se veía como una ‘vía nueva’, no de lucha armada sino dentro de los cauces legales, hacia el Socialismo. Los cambios sí eran revolucionarios, advirtiéndose desde un principio que avanzaba seriamente hacia un gobierno radicalmente ‘del pueblo y para el pueblo’, incluyendo particularmente en la palabra ‘pueblo’, como las grandes mayorías desheredadas.
Los cristianos, advertimos en ese tiempo como se iba esbozando la realización de las grandes metas de liberación preconizadas por el Evangelio y que por tanto tiempo veíamos solo predicada retóricamente por una Doctrina Social demasiada abstracta. Pero vinieron las dificultades. Se multiplicaron los obstáculos venidos no solamente del mundo capitalista, sino también desde el interior de la Unidad Popular y de sus políticas.
Es importante reflexionar con seriedad sobre esta experiencia única, exaltante y traumatizante al mismo tiempo, recoger sus valores, aciertos y hacer al respecto una seria autocrítica para aprender las enseñanzas de la historia.
Nuestra hipótesis al respecto sería que la humanidad aún no está preparada para vivir la utopía de un socialismo real. Aquello de ‘demandar a cada uno según sus posibilidades y entregar a cada uno conforme a sus necesidades’ es una exigencia de humanismo y solidaridad muy fuerte que relativamente pocos parecen capaces de realizar.
El cristianismo primitivo (Hechos Cap. 4, 32-37) intentó vivir este proyecto, pero se ha podido realizar únicamente en monasterios y conventos religiosos.
Es que el crecimiento de la humanidad en personalización y socialización es un proceso largo y está sujeto a vaivenes. Dentro de este proceso, la Unidad Popular constituyó un hito que nos entregó grandes valores. Por de pronto la utopía del socialismo, como utopía -un horizonte hacia el cual se avanza-, es y será siempre válida. Mientras haya Memoria, habrá Esperanza”
+José Aldunate Lyon
Policarpo / Reflexión y Liberación – Santiago, septiembre de 1995
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