Diciembre 14, 2024

La palabra renovada de los obispos de Chile

 La palabra renovada de los obispos  de Chile

Concluyó en Punta de Tralca la esperada 112° Asamblea Plenaria de los obispos chilenos. Felizmente con varias y gratas sorpresas: Nuevo presidente de la CECH, clarificador documento conclusivo e inicio del diálogo con los Laicos y Laicas de Osorno.

Nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile

Los obispos reunidos en su tradicional asamblea plenaria de fines de año, iniciaron su trabajo con una eucaristía presidida por el Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Ivo Scapolo. La jornada  se desarrolló entre el 7 y el 11 de noviembre en la casa de retiros de Punta de Tralca. Entre los temas de este encuentro, los obispos dialogaron sobre los frutos en las diócesis del año santo jubilar de la Misericordia, continuaron trabajando los desafíos para la pastoral de los presbíteros, y prepararon la próxima visita ad limina, en que el episcopado chileno se reunirá con el Papa Francisco y con las autoridades de los diversos dicasterios de la Santa Sede. También, en esta asamblea se renovaron los cargos directivos de la Conferencia Episcopal de Chile.

Para sorpresa de muchos, los obispos eligieron como nuevo presidente de la CECH al Obispo, don Santiago Silva Retamales, de 61 años y oriundo de La Calera, ordenado sacerdote en octubre de 1980 en la Catedral de Valparaíso, después de una fructífera labor en diversas parroquias y rector del Pontificio Seminario Mayor San Rafael,  fue nombrado Obispo auxiliar de Valparaíso en febrero de 2012, escogiendo como lema episcopal: “Hágase en mi según tu palabra”.

Ha sido profesor de teología dogmática y de sagrada escritura. Actualmente es titular del Obispado Castrense con sede en Santiago, cargo en el que fue designado en julio de 2015.

Monseñor Silva, tiene una amplia experiencia pastoral-misionera y ha cultivado fuertes vínculos con otros hermanos en el episcopado latinoamericano. Su paso por el Instituto Bíblico de Roma como estudiante y luego en 2008 como uno de los redactores del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios y el haber sido secretario del CELAM en el período 2011-2015, dan cuenta de su capacidad intelectual, dotes organizativos y perseverancia en la Palabra y la misión evangelizadora.

Punto importante en su quehacer pastoral fue que trabajó- en su calidad de perito en materias bíblicas- estrechamente con el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, en la redacción final del Documento de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrado en  Aparecida (Brasil) en mayo de 2007.

Obispos llaman al diálogo, la responsabilidad y la misericordia

Al término de la Asamblea Plenaria, los obispos entregaron un documento conclusivo en que tratan diversos aspectos de la realidad nacional, analizando en profundidad temas relevantes como: Una misericordia que perdura; Mayor participación y responsabilidad ciudadana; Un diálogo social sano y constructivo; Urgencia por los más vulnerables y Educación humanizadora e integral.

De la lectura atenta al texto de los obispos, queda la grata sensación de que los pastores están en sintonía con lo que percibe y reclama una mayoría ciudadana que expresa diversas formas de descontento social:Hemos visto un creciente malestar en sectores de la sociedad que se ha manifestado en movimientos sociales que buscan promover iniciativas, defender derechos y exigir mayores estándares de calidad cívica a los líderes de todos los ámbitos de la nación”.

Punto relevante es la preocupación de la CECH al constatar que no corresponde, desde el Estado, suspender o retardar los recursos económicos que se necesitan urgentemente para la lucha contra la pobreza y la vulnerabilidad en que se encuentran miles de niños, jóvenes y ancianos, esta situación que no ayuda ni  a la justicia ni a la equidad no se puede aceptar. Certeramente señalan los obispos: “Miramos con especial preocupación la atención en la salud pública, las pensiones mínimas de hoy y las de mañana, la precariedad de tantos empleos y la falta del mismo, las delicadas situaciones que viven los hermanos migrantes y los pueblos originarios. Preocupa particularmente la iniciativa de ley que deja en la indefensión jurídica a la persona humana en el período prenatal, sin hacerse cargo de las mujeres que pueden estar viviendo situaciones dolorosas y dramáticas”.

Ante esta objetiva lectura que hacen los obispos del acontecer social y económico del país, son los cristianos -en primer lugar- los que deben acoger y difundir esta palabra orientadora que tiene como único fin contribuir al bien común de la nación que, además, asegura la paz social que todos los ciudadanos desean para Chile.

Inicio del diálogo con los Laicos y Laicas de Osorno

En esta Asamblea plenaria de los obispos, hubo otro acontecimiento que da cuenta del nuevo tiempo que vive la Iglesia y sociedad chilena.

Llegó una buena representación de la Organización/Comunidad Laical de la Diócesis de Osorno a protestar a Punta de Tralca por la designación del Obispo Juan Barros en esa porción eclesiástica del sur del país. Como siempre, manifestándose en forma pacífica, ruidosa y colorida.

Días antes esta Comunidad ejemplar por su constancia y creatividad, envío un documento titulado: “A los obispos de Chile reunidos en Asamblea Plenaria – 2016”. Allí, en forma clara y sincera, reconocían un hecho histórico determinante y que causó un buen impacto en Roma: “Una mayoría de católicos, cristianos y no pocas personas de buena voluntad, valoran altamente que casi toda la directiva del Comité Permanente del Episcopado, no asistiera al solemne acto de toma de posesión de la Diócesis en la Catedral  por parte del Obispo Juan Barros. Esa actitud concreta, teñida de valentía y libertad de conciencia, fue una decisión que comprueba que las ‘gestiones para el nombramiento no se hicieron bien’ en las consultas y posterior designación de don Juan Barros para Osorno”. Y, para justificar aún más su inalterable posición hasta ahora, planteaban en su sólido argumento: “Estamos convencidos de que el obispo Juan Barros Madrid no cumple ni puede cumplir la condición de pastor que tiene que unir y no dividir el rebaño. Es impresentable e imprudente la imposición de un obispo por parte de la jerarquía de la Iglesia que fue incapaz de escuchar, acoger y responder a la comunidad de Osorno que le hizo ver, anticipadamente, su dolor y que se vio herida en su dignidad cuando la Iglesia está llamada a ser  experta en humanidad”.

En este largo caminar, no exento de variadas dificultades y no pocas descalificaciones que han salido de algunos prelados, esta Organización Laical de nuevo exponía con serena pero firme convicción: “Les entregamos esta reflexión con respeto y con el único afán de exponerles lo que sinceramente sentimos respecto alcaso Barrosy loinsostenible de su permanencia en el cargo que se le otorgó desde Roma, al parecer, no conociendo lo suficiente su pasado anterior en otras diócesis y en la Vicaría castrense…”.

Finalmente, estos cristianos procediendo con prudencia pero con firme determinación le solicitaban a sus Pastores: “Estimados pastores, les solicitamos humildemente su sabia intervención para buscar una sana solución a esta escandalosa y lamentable situación que vivimos, se percibe que nuestra Iglesia local se cae a pedazos; ‘misericordia para Osorno’”.

Por todo lo expuesto, nos parece de la máxima importancia lo que ocurrió en esta Asamblea Plenaria de los obispos, es notorio y allí está a los ojos de quien quiera ver, que hay un nuevo estilo y una nueva mirada a lo que está ocurriendo en Chile. Se percibe que de a poco entra esa manera directa y dialogante que promueve desde Roma el Papa Francisco: escucharnos, respetarnos y por sobre todo tener al Evangelio como norte y fin de nuestras vidas, aun en las dificultades y en las incomprensiones.

No podemos concluir esta sencilla reflexión, sin destacar el rol y capacidad de escucha que tuvo don Alejandro Goic, Obispo de Rancagua. No solo por el hecho de recibir, junto a dos de sus hermanos en el Episcopado, por casi dos horas a la delegación Laical de Osorno, sino porque este Pastor tiene una larga trayectoria pastoral y experiencia de Iglesia, además de haber sido, hace unos años, el Obispo de Osorno, por lo tanto conoce bien el caminar y compromiso de ese laicado, sumado a su infatigable afán evangelizador y misionero.

Sin duda que estamos -por fin- en un nuevo tiempo y que la función del nuevo presidente de la CECH, marcará un antes y un después en el quehacer de los obispos chilenos. Hacemos sinceros votos, desde las páginas de “Reflexión y Liberación” para que la difícil misión del Obispo, don Santiago Silva, en tan relevante cargo tenga los frutos que los católicos esperan con renovada Esperanza en el “buen Dios que nunca nos abandona…”. ¡Este es nuestro deseo sincero y orante!

Los obispos, como pastores y guías espirituales de las comunidades a nosotros encomendadas, estamos llamados a ‘hacer de la Iglesia una casa y escuela de comunión’. Como animadores de la comunión, tenemos la misión de acoger, discernir y animar carismas, ministerios y servicios en la Iglesia. Como padres y centro de unidad, nos esforzamos por presentar al mundo un rostro de la Iglesia en la cual todos se sientan acogidos como en su propia casa. Para todo el Pueblo de Dios”.

(Doc. V Conferencia de Aparecida – 188).

 * Consejo Editorial de revista “Reflexión y Liberación” *

LAICAS Y LAICOS DE OSORNO PROTESTAN EN PUNTA DE TRALCA:

LAICAS Y LAICOS DE OSORNO PRESENTES EN LA ASAMBLEA  DE LOS OBISPOS EN PUNTA DE TRALCA.

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