Obispo Silva, agradece visita del Papa Francisco a Chile

Los rostros de Cristo que el Papa Francisco evidenció
Este viernes Monseñor Santiago Silva Retamales, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), participó en una conferencia de prensa evaluativa de la visita del Papa Francisco a nuestro país.
En esta instancia, el obispo destacó el valor de encontrar en el mensaje de Francisco la palabra de Jesucristo, e hizo referencia a que el Santo Padre abordó los mundos más vulnerables de nuestro país como son los rostros de Cristo encarcelado, pobre, abusado, enfermo e inmigrante, tan propios del mensaje de un Papa que se ha destacado por la atención a “las periferias”. Estos encuentros tuvieron el valor de “símbolo” que indican un camino a recorrer que, por lo demás, es propio de “una Iglesia en salida”.
Monseñor Silva Retamales también valoró la visión de pastor del Papa respecto a la realidad que vivimos, a la que se aproxima desde el Evangelio de Jesús y con gran sensibilidad por los postergados. El lema de su visita nos invita a la Paz, y llama a utilizar la capacidad de reconstrucción propia de nuestro país, manifestada en las grandes tragedias que se viven cada cierto tiempo, para reconstruir ahora nuestro tejido social y cultural.
La paz se alcanza a través de la justicia, del “pan, respeto y alegría” para todos, como lo dice una conocida oración, lo que nos desafía y nos llama a reconstruir nuestras relaciones interpersonales y sociales y un proyecto de país común donde todos tengan real participación.
Una “tarea pendiente”
La visita del Papa a Chile nos deja una “tarea pendiente” con relación a la diócesis de Osorno, dijo Monseñor Silva Retamales. Las heridas están abierta por lo que hay que “seguir dialogando y buscando la comunión”.
El Papa dio su total respaldo a Monseñor Barros como Obispo de Osorno, luego de señalar que no existen pruebas contra él para removerlo de la Diócesis.
El obispo afirmó que, como Conferencia Episcopal, acompañan a Monseñor Barros en su tarea de pastor y en el discernimiento personal que le corresponde hacer a todo pastor en la búsqueda del bien o la edificación del Pueblo de Dios que se le confió. Y si él “discierne que tiene que continuar, cuenta con todo nuestro apoyo. Si él discierne algún otro camino, también cuenta con todo nuestro apoyo”, aseguró.
Luego, Monseñor Silva Retamales destacó la importancia del diálogo desde la certeza de que la comunión es posible, porque es un don de Dios. El pueblo de Dios, en este camino, tiene el deber y el derecho de participar y será labor de todos en la Iglesia diocesana la búsqueda de la verdad y del entendimiento.
Justicia y reparación
Durante su visita al Palacio de La Moneda, el Papa Francisco manifestó su “dolor y vergüenza ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”. En esa misma línea, Monseñor Silva Retamales contó que la Iglesia chilena ya hace algunos años desarrolla la “tolerancia cero” frente a esta lacra y que eso se ha evidenciado en la Comisión para prevenir los abusos de menores.
“Es importantísimo que pidamos perdón, que busquemos la justicia y que busquemos medios de reparación, en la medida que se pueda, porque en algunos casos el daño es irreparable. Se ha dañado a la persona y su misma dignidad”, señaló Monseñor Santiago Silva Retamales.
La visita de Francisco, “una sonrisa de Dios”
Terminó Monseñor Silva Retamales la rueda de prensa, luego de agradecer a todos los que habían hecho posible la visita del Santo Padre, con una metáfora: para él, la visita del Papa Francisco ha sido “una sonrisa de Dios”.
La “sonrisa” tiene que ver con la acogida, la participación, el encuentro. Caras enojadas, sin sonrisas, agrias, no convocan, sino que alejan. Dios por Francisco nos convoca a construir la paz para todos.
La “sonrisa” también tiene que ver con la alegría y la fiesta. La celebración festiva es una “fiesta de sonrisas”, de hombres y mujeres que unidos por su fe en Jesucristo, reunidos en torno a su Vicario, se esforzarán por ser mejores y por irradiar, con cara alegre, la buena noticia de que su Señor ha resucitado.
Ésta, para el obispo, es la gran experiencia que nos dejó el Papa Francisco: ¡que Dios provoca el encuentro con Él y nos regala la felicidad de creer en su Hijo!
Prensa Celam – Bogotá
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