Un puente con el Islam y la paz en una tierra de guerras
‘Hermandad’ y ‘paz’ son las palabras clave del viaje apostólico del Papa Francisco a Irak que comienza hoy y terminará el lunes 8 de marzo: la primera vez que un pontífice llega a Irak, el primera viaje desde que estalló la pandemia, hace más de un año.
Los cristianos son minoría: menos de 400 mil, de una población de casi 40 millones de habitantes (hace veinte años eran el triple). Así que el Papa va a Irak para encontrarse con los cristianos, comenzando por los caldeos liderados por el Patriarca Louis Sako, quien explica a Fides: “El Papa no viene a defender y proteger a los cristianos, no es el jefe de un ejército”. Pero sobre todo va a tender puentes hacia el mundo islámico, de mayoría chiíta: el sábado en Nayaf, donde está enterrado Ali, según la tradición, primo y yerno del profeta Mahoma, cuarto califa pero también primer imán de los chiítas , tendrá lugar el encuentro con el gran Ayatolá Sayyid Al-Sistani, la máxima autoridad del islam chiíta. Una “visita de cortesía”, especifica el programa oficial difundido por la oficina de prensa de la Santa Sede.
La intención, sin embargo, pero para ello todavía llevará algún tiempo, es llegar a la firma de un documento común, como el sobre la “Hermandad Humana“ firmado en Abu Dabi en febrero de 2019 con el egipcio Ahmed Al-Tayyeb, gran imán de Al-Azhar y la máxima autoridad del Islam sunita: una alianza entre los líderes de los más grandes monoteísmos para prohibir cualquier legitimación religiosa de la violencia y los conflictos.
La paz es el otro tema fuerte del viaje del Papa. Irak es la tierra de las dos guerras del Golfo auspiciadas por Estados Unidos, la primera terminó hace exactamente treinta años (28 de febrero de 1991), la segunda en 2003. El cardenal Filoni – Nuncio apostólico en Bagdad entre 2001 y 2006 y que ahora acompaña al Papa en Irak -define como “fundado en mentiras las armas químicas y bacteriológicas” en posesión de Saddam Hussein; también culpa a Isis por la destrucción de Mosul (adónde irá el Papa el domingo, cruzando el Kurdistán iraquí), donde los misiles y bombas explotan incluso en las últimas semanas.
El viaje del Papa Francisco, en duda hasta el último minuto por Covid pero también por la situación “candente”. “Llama la atención del mundo sobre la larga lista de violencias y guerras que han golpeado a comunidades en Irak, provocando muertes y miles de personas refugiadas – explica una nota de Pax Christi International -.Además, las sanciones económicas que a la larga han acabado perjudicando sobre todo a la gente sencilla, las bombas de uranio empobrecido y fósforo blanco, la devastación medioambiental, la destrucción de infraestructuras, los numerosos asesinatos y secuestros por parte de Isis que han hecho y siguen haciendo a mujeres víctimas de esclavitud y violencia sexual. Esperamos que el viaje del Papa Francisco represente un verdadero punto de inflexión en el compromiso por la paz, así como una denuncia decisiva de la guerra”.
La síntesis del viaje tendrá lugar mañana, con el encuentro interreligioso en la llanura de la antigua ciudad sumeria de Ur desde donde, según la tradición, Abraham, el “patriarca de todos los creyentes” – se refieren a él el judaísmo, el cristianismo y el islam – , inició su larga marcha hacia la tierra prometida. “Vengo como un peregrino de la paz en busca de la fraternidad – dijo el Papa en un mensaje en video enviado al ‘pueblo de Irak’ -, animado por el deseo de rezar juntos y caminar juntos, también con hermanos y hermanas de otras tradiciones religiosas, en el signo del padre Abraham, que reúne a musulmanes, judíos y cristianos en una sola familia ».
Luca Kocci – Roma
