Marzo 29, 2024

¿De nuevo salvando a las grandes empresas?

 ¿De nuevo salvando a las grandes empresas?

Hace unos días se produjo la mayor quiebra bancaria en EE.UU. desde 2008.

De inmediato se generó una fuerte incertidumbre sobre el sistema bancario. Intentando contener la crisis, el presidente Joe Biden afirmó que se garantizarán los depósitos existentes. Al mismo tiempo, habló de regulaciones al sector. Nuevamente, como ocurrió tras la crisis de Lehman Brothers, el Estado capitalista parece salir en ayuda del gran capital financiero, salvando sus negocios. Sin embargo, sus palabras no llevaron tranquilidad: este lunes caen las bolsas europeas y sigue el impacto mundial. La economía argentina también sufre los golpes: caen los bonos y las acciones de empresas, al tiempo que vuelve a subir el dólar blue.

Este lunes siguen creciendo la incertidumbre financiera mundial como resultado de la crisis bancaria desatada en Estados Unidos, tras el colapso de los bancos Silicon Valley Bank y Signature Bank. Se trata de la caída bancaria más importante desde 2008, cuando tuvo lugar la crisis desatada a partir de la quiebra de Lehman Brothers. Como se recordará, en aquel momento, el sistema bancario y financiero fue duramente golpeado, entre otras cosas, por la llamada “crisis de las hipotecas”.

El Silicon Valley Bank (SVB) había nacido a inicios de la década del 80 y, en las décadas siguientes creció hasta convertirse en uno de los veinte bancos más importantes de EE.UU. En la última década, ese crecimiento estuvo ligado al sector de las empresas tecnológicas. Las genéricamente llamadas startups tuvieron en el SVB y en otros bancos una fuente permanente de financiamiento, algo que no lograban en el conjunto del sistema bancario, dado el carácter relativamente riesgoso de algunas inversiones.

Según señala la prensa especializada el “SVB se vio particularmente afectada por la caída del valor de sus tenencias de bonos del Tesoro de EE. UU., a medida que aumentaban las tasas de interés”.

Los bonos del Tesoros suelen ser considerado una “inversión segura”. Sin embargo, el valor de los mismos empezó a caer abruptamente cuando la misma Reserva Federal (FED) empezó un camino de progresivo aumento de las tasas de interés. Esto golpeó sobre los activos de SVB y podría impactar también sobre otros bancos o entidades financieras.

Durante el fin de semana y este mismo lunes, el Gobierno de EE.UU. intentó frenar la incertidumbre financiera. Primero lo hizo garantizando públicamente que “los depósitos estarán cuando se los necesite”. Casi en simultáneo, el presidente Biden anunció que ni el Estado ni los contribuyentes “se harán cargo de las pérdidas” de los bancos.

En principio, según la información oficial, serían garantizados todos los depósitos existentes. En EE.UU. existe un seguro federal para cuentas de hasta USD 250.000. En este caso, según las primeras versiones, ese límite no regiría. Lo que no aparece claro es de dónde saldrán esos fondos. Según el mismo Washington Post, un funcionario del propio Tesoro norteamericano indicó que “el dinero utilizado para reembolsar a los depositantes provendría de un fondo pagado por bancos estadounidenses”.

Sin embargo, ese fondo está garantizado en última instancia por la misma FED. Si se produjera una corrida bancaria más extendida entraría en debate si los fondos existentes actualmente son suficientes o si, por el contrario, debe aportar la propia Reserva Federal. El mismo artículo indica, además, que este fin de semana la FED anunció una línea de créditos para los bancos. La misma permitiría ofrecer la posibilidad de acceder a dinero para garantizar sus balances y hacer frente a una eventual corrida bancaria.

La crisis está abierta y se sigue desarrollando. La apuesta de Biden y la FED es intentar contener la crisis. Este lunes, sin embargo, los mercados del mundo temblaron. Lo que ocurra en las próximas jornadas definirá la dinámica de los acontecimientos. Por lo pronto, vuelve a quedar en evidencia la  irracionalidad del sistema capitalista, donde los negociados del gran capital terminan arrojando a millones de personas a situaciones críticas.

Izquierda Diario / Madrid

Editor