¿El Ramadán detendrá la barbarie israelí?
Cada cual con sus tiempos, sus tácticas y su violencia depredadora, los regímenes genocidas de Benjamin Netanyahu y Joe Biden.
Biden, al menos en grado de complicidad, aunque el Pentágono no ha dejado de suministrar bombas, armamento sofisticado e inteligencia y oficiales de la Fuerza Delta sobre el terreno, siguen asesinando de manera deliberada a niños, mujeres y hombres palestinos en la franja de Gaza, con la aquiescencia de las principales potencias del Occidente colectivo y sus élites globalistas, en particular, Gran Bretaña y Francia, que ocupan un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La cínica apelación al derecho a la legítima defensa esgrimida por el régimen colonialista y expansionista de Israel, respaldada con tres vetos de Estados Unidos a un alto al fuego en el Consejo de Seguridad desde que comenzó la carnicería (Lula dixit), el castigo colectivo y el desplazamiento forzoso de palestinos, y otro veto al proyecto de resolución destinado a responsabilizar al ejército de ocupación israelí de la masacre de la calle al-Rashid, en la ciudad de Gaza, contra refugiados indefensos cuando esperaban la llegada de camiones de ayuda humanitaria (con saldo de 112 muertos y 760 heridos), fue desestimada por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya en términos del derecho internacional y de la cuarta Convención de Ginebra.
El ente sionista mesiánico y de apartheid israelí es una potencia de ocupación que lleva a cabo una guerra de exterminio en territorio de la Palestina histórica, y como recordó el 22 de febrero el embajador de China ante la ONU, Zhang Jun, durante las audiencias públicas de la CIJ, el pueblo palestino tiene el derecho inalienable a utilizar la lucha armada contra el ejército de ocupación israelí, con fundamento en el derecho internacional. Es decir, en su lucha por la liberación nacional y la autodeterminación, el uso de la resistencia armada por el pueblo palestino es legítimo y no constituye un acto de terrorismo.
Como parte de la guerra sicológica que busca presionar a la resistencia palestina en vísperas del mes sagrado musulmán del Ramadán (9 de marzo), y anticipando lo que podría suceder en la Jerusalén ocupada, CNN y las agencias Reuters y France Presse filtraron datos sobre una propuesta de alto el fuego en Gaza, negociada en París por los jefes del Mosad, el Shin Bet y los servicios de inteligencia del ejército israelí Aman con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos, que incluiría una tregua temporal de las operaciones militares durante 40 días; la entrada diaria de ayuda humanitaria y un intercambio de prisioneros en una proporción de 10 palestinos por un israelí.
Hamas exige la retirada de las fuerzas israelíes y el retorno de los desplazados en las zonas sur y norte de la franja de Gaza y el levantamiento del bloqueo, mientras Israel busca ganar tiempo y cargar a Hamas con la responsabilidad de cualquier fracaso posterior en las negociaciones para justificar una operación militar en Rafah.
Carlos Fazio / Académico y Periodista