Abril 25, 2024

“Francisco dijo que sí a nuestra recomendación…”

 “Francisco dijo que sí a nuestra recomendación…”

«Cuando hace tres años acepté mi nombramiento en la comisión, lo declaré: si hubiera encontrado algún conflicto entre lo que estaba sucediendo tras bambalinas y lo que se decía públicamente, no me habría quedado. Esto sucedió y por ello renuncio».

El teléfono de la casa de Marie Collins en Dublín no deja se sonar. La llaman desde todo el mundo. La noticia de su renuncia de la Comisión anti-abusos instituida por Papa Francisco fue un balde de agua fría, justamente en el día en el que la Iglesia católica celebra el comienzo del periodo penitencial de la Cuaresma. Cuando era chica Marie sufrió los abusos de un sacerdote y desde siempre se ha comprometido para ayudar a las víctimas de la pederastia.

No, no creo que haya resistencias a las normas o a acciones específicas en contra de la pederastia. Se trata más bien de la sensación de que el trabajo de nuestra comisión es considerado por algunos como una interferencia. No sé si esto forma parte de las resistencias contra el Papa. Encontré más bien un reluctancia general a la colaboración.

Pero, por lo menos usted se refirió a un caso específico, sosteniendo que había sido la gota que derramó el vaso: la falta de compromiso por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe a responder a todas las cartas de las víctimas…

No quiero nombrar dicasterios. Pero sí, este es un caso específico. Si eres una víctima, un sobreviviente y escribes para contar tu historia pidiendo ayuda y justicia, y ves que no te responden, te hieren nuevamente. Cuesta comprender esto.

Sin embargo tanto Benedicto XVI como Francisco se han reunido con algunas víctimas, las han escuchado, las han recibido.

Francisco dijo que sí a nuestra recomendación. Pedíamos que se respondiera directa e individualmente a cada una de las víctimas. El Papa estaba de acuerdo, sin embargo algunos no quisieron seguir esta indicación.

¿Cuál sería la razón?

Tienen procedimientos internos para ocuparse de la correspondencia, y este procedimiento no prevé responder directamente a las víctimas, una tarea que le toca a los obispos locales.

¿Cómo reaccionó al enterarse de esta noticia?

No pude soportar esta actitud para con las víctimas. Me parecía una falta de respeto y no puedo quedarme, la gente debe saber que hay personas que crean estas dificultades.

¿Le parece un paso atrás en relación con las decisiones que se han tomado para combatir este odioso crimen?

No, el trabajo sigue adelante. Quisiera que fuera más rápido, que se hiciera más. Pero la lucha contra la pederastia sigue aunque haya personas que se resistan a nuestras indicaciones, esto no significa que la pederastia no sea combatida. El cardenal O’Malley fue nombrado como uno de los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe, espero que pueda cambiar algo y seguir adelante.

¿Usted seguirá colaborando con la Santa Sede?

Lo que me impulsó a renunciar fueron ciertas resistencias por parte de algunos curiales, pero sí, yo seguiré involucrada en las iniciativas educativas del Vaticano, porque a pesar de las resistencias he visto a muchas personas en la Curia que están verdaderamente dispuestas a escuchar, que están comprometidas para cambiar y proteger cada vez mejor a los niños. El balance, en conjunto, es positivo. No hay solo señales negativas. Recuerdo, por ejemplo, los grandes pasos que se han dado en la formación de los seminaristas, el trabajo de la Congregación para el Clero ha sido excelente. Son también importantes los cursos de formación en la Universidad Gregoriana. Entonces, el compomiso sigue, la “tolerancia cero” con quienes abusen de menores no está en discusión.

¿Cuál es el balance de la lucha contra el fenómeno de estos años?

En muchos países ha habido grandes avances, otros están un poco retrasados, y entre ellos está Italia. Puede haber normas más eficaces, pueden existir las mejores tutelas y protecciones para los niños, pero si no se cambia la mentalidad de las personas, lo demás no es suficiente. Y para cambiar la mentalidad se requiere tiempo.

Andrea Tornielli  –  “La Stampa”  

Vatican Insider   –   Reflexión y LIberación

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