Marzo 29, 2024

Víctimas de Pederastia apelan a Papa Francisco en Colombia

 Víctimas de Pederastia apelan a Papa Francisco en Colombia

La Iglesia Católica de Colombia no está exenta del drama de los abusos sexuales de sacerdotes en contra de niños que eran parte de las Comunidades Parroquiales. El Papa Francisco estará en el país en visita apostólica y son muchas las familias de estos niños que piden se les escuche por el gran dolor causado por clérigos de Cali, Candas y otras ciudades.

Es un drama familiar que viven desde cuando sus hijos eran unos niños. De eso hace ocho años, y el dolor sigue; ahora, desde la capital del Valle del Cauca, piden al Papa apoyo en su situación.

Los graves hechos se remontan al 2009, cuando el sacerdote William de Jesús Mazo Pérez era párroco de la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria, en el barrio Alfonso Bonilla Aragón, del distrito de Aguablanca, en el oriente de Cali.

Aprovechándose de su situación de religioso y la confianza que había depositada en él, abusó de cuatro niños, dos de ellos hermanos y de familias de escasos recursos, pobres…

En septiembre del 2010, la Fiscalía lo acusó de acceso carnal abusivo en menor de 14 años, agravado y en concurso homogéneo. En el 2012, el juez 22 penal del circuito lo condenó a 33 años de cárcel, sentencia ratificada en 2015 por el Tribunal Superior de Cali.

La reparación económica por este hecho ha generado una controversia que ha involucrado al arzobispo de Cali, monseñor Daría de Jesús Monsalvez, y al abogado de la Iglesia, de un lado, y al abogado Élmer Montaña, que representa a las familias, y los allegados a los niños que fueron violentados.

Ahora, desde la clínica en la cual se encuentra recluida por una enfermedad, Yaneth Villa Blandón, madre de dos de los niños, pide al Papa Francisco su intervención para que el doloroso caso familiar tenga una palabra de la máxima autoridad de la Iglesia Católica. La señora Villa Blandón no quiere venganza, solo justicia, reparación y que estos deleznables hechos de violar niños no se repitan más…

“Quiero aprovechar la oportunidad para solicitarle … nos brinde el consuelo que la Iglesia de Cali nos negó y restaure nuestra dignidad ofendida por las palabras del arzobispo Darío de Jesús Monsalve, quien, en el afán de librar a la Arquidiócesis de toda responsabilidad, no dudó en señalar que los responsables de los abusos fueron nuestros niños, por viciosos y mal educados, y de nosotros mismos como familiares por haber depositado la confianza en el sacerdote”, expresa la madre en su misiva.

En febrero se desató la controversia cuando el abogado de la Iglesia expuso la responsabilidad que tendrían los padres. Monseñor dijo después que se reconoce que debe haber una reparación, pero en su justa medida; “nunca hemos dicho que los papás sean los culpables”.

En su momento, monseñor tildó de muy serias las acusaciones de Montaña: “Decir que la Arquidiócesis de Cali es la responsable directa de todas las víctimas indirectas puede llevar a pensar que ahí cabe medio país”, aseguró Monsalve.

No obstante, el religioso también reconoció que el responsable directo de los actos de abusos debe ser el sacerdote, y pidió perdón: “Pedimos perdón por hechos cometidos por este sacerdote”. Agregó que la pretensión económica es de 9.000 millones de pesos, que serían imposibles de pagar.

El abogado Montaña expone que las normas hablan de 1.000 salarios mínimos legales mensuales por cada víctima. Además, se indicó que el obispo de Soacha, José Daniel Falle, citado como testigo por las víctimas –en cuyo caso debe viajar a Cali para declarar–, pide al Juzgado 22 Penal del Circuito de la ciudad su disposición de viajar y atender la diligencia judicial, además de viáticos y gastos del viaje “acordes con mi calidad y dignidad”.

La señora Yaneth Villa agrega: “Apelo a su santidad para que haga un llamado a sus pastores con el fin de que sean piadosos con quienes hemos sufrido la injusticia del delito”. Concluye pidiendo: “Dios quiera que esta carta llegue a sus ojos y podamos recibir su respuesta. Que Dios le siga brindando la sabiduría y fortalezas necesarias para cumplir su sagrada misión”.

Mala reacción de la jerarquía en Caldas

“El dinero que usted logra conseguir con sus argumentos, quitado a la Iglesia y que pasará a sus bolsillos, sea para usted y su familia causa maldita de su ruina”. Ese fue el deseo del vicario de asuntos económicos de la Arquidiócesis de Manizales, Marcos Fernando Barrientos Gómez, para con el abogado de una de las víctimas de un sacerdote condenado por abuso sexual de menores de edad.

La carta fue la reacción del presbítero a la Orden del Tribunal Superior, en la que se le obliga a la Iglesia a pagar la indemnización  junto con el expárroco Pedro Abelardo Ospina Hernández, por hechos ocurridos en Filadelfia, Caldas, en 2008.

El apoderado receptor, Ofni Patiño, se declaró “muy sorprendido” por el tono de la comunicación. Pero no fue el único. Documentos similares, con maldiciones del mismo talante, llegaron a los despachos de jueces y magistrados relacionados con el caso, así como abogados que estuvieron involucrados.

“Para los operadores de justicia ha resultado sorprendente, por decir lo menos, que se haya presentado una reacción inusitada de un prelado en contra de una decisión netamente jurisdiccional. (…) Peor aún, que se haga usando términos ofensivos y difamatorios contra la administración de justicia en un caso de absoluta limpieza”,declaró el magistrado Álvaro José Trejos, presidente del Colegio de Jueces y Fiscales de Caldas.

Por estos graves delitos de abusos sexuales se han movilizado las familias de las víctimas en Cali, Bogotá, Caldas y otras ciudades, reclaman que no han sido escuchadas ni reparadas en su dolor. Ahora, con el Papa en su país, esperan una palabra de parte del Santo Padre que en otros países sí ha levantado su voz en contra del crimen de la pederastia que viene azotando a la Iglesia Católica en el mundo.

Agencias en Bogotá  –  El Tiempo  –  Reflexión y Liberación

 

Editor