La causa Palestina es un acto de humanidad

Khali Jarrar es una líder de la sociedad palestina que vive y trabaja en la Cisjordania ocupada, en la ciudad de Ramallah. Diputada y directora de la organización de Derechos Humanos y apoyo a los prisioneros, Addameer entre 1994 y 2006. Ha sido ilegalmente detenida dos veces por la fuerzas de ocupación israelí. Está en libertad desde el 26 de septiembre de 2021.
En los territorios ocupados de Cisjordania, el Ejército israelí está autorizado a expedir una orden de detención administrativa contra civiles palestinos basándose en la Orden Militar 1651 y en la Franja de Gaza pueden emitirla según la Ley de Combatientes Ilegales. Esta orden otorga el poder a los comandantes militares para detener a un individuo por un período de seis meses, que se puede renovar indefinidamente si existen ‘motivos suficientes para presuponer que la seguridad del área y la seguridad pública requieren la detención’. En el día en el que la orden expira o justo antes de que lo haga, frecuentemente se renueva. Este proceso -a todas luces ilegal- puede continuar indefinidamente.
La práctica de detención arbitraria es una grave violación de la legislación internacional y de los estándares de Derechos Humanos, particularmente de los artículos 78 y 72 de la Cuarta Convención de Ginebra según la cual un individuo acusado tiene el derecho a una legítima defensa. Esta acción ilegítima viola también el artículo 66 de la Cuarta Convención de Ginebra sobre los estándares básicos a un juicio justo.
Khali Jarrar tuvo dos hijas, Yafa (31 años) y Suha (27 años). El 11 de julio de 2021, la hija pequeña de Khalida, Suha Jarrar, fue encontrada inesperadamente muerta en su apartamento de Ramallah. A consecuencia de esta tragedia, se presentaron varios recursos en los Servicios Penitenciarios Israelíes (IPS) para conseguir que Khali pudiera asistir al funeral de su hija, con un permiso de libertad temporal. La alegación para el permiso se justificaba por motivos humanitarios. Sin embargo, los IPS negaron rotundamente todas las solicitudes, calificando a Khali como una ‘amenaza para la seguridad,’ debido a su papel de liderazgo, tanto dentro como fuera de la cárcel; dichos argumentos justificaron la inadmisión de toda consideración humanitaria posible para su liberación temporal. La negación de la libertad de Khali en esos momentos para acompañar el duelo de la repentina muerte de su hija y ejercer su derecho a participar en su funeral, evidencian la violación de la dignidad humana protegida por el derecho internacional.
Khali, después de sus detenciones y aislamientos carcelarios por meses, sufre infartos isquémicos múltiples e hipercolesterolemia y ha sido ingresada en el Hospital debido a una epistaxis, durante la cual ha sido tratada clínicamente para detener el sangrado continuo. Su estado de salud es de permanente monitoreo y severos cuidados.
La situación médica de Khali -como la de cientos de ex prisioneras y prisioneros políticos- es una llamada de solidaridad para todas y todos los Parlamentarios y Parlamentarias de todo el mundo para que alcen sus voces contra las injusticias y permanentes violaciones a los derechos humanos por parte de Israel y, para hacer un llamado internacional a que se detenga la violenta ofensiva militar israelí que detiene, encarcela, tortura y mata a mujeres, hombres y niños palestinos en total impunidad.
Hoy como ayer, recordamos las valientes palabras de Khali que son todo un ejemplo de dignidad y amor a su Patria Palestina.
“Sencillamente te voy a decir que los palestinos somos un pueblo bajo ocupación. Y resistimos a esa ocupación como lo hacen todos los pueblos del mundo. Nosotros luchamos por la libertad y la autodeterminación y vamos a vencer. La cuestión internacional, la solidaridad internacional con Palestina está creciendo en el mundo. Porque la defensa de la causa Palestina está ligada a los valores más altos de la humanidad“…
Consejo Editorial de revista ‘Reflexión y Liberación’.
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