Abril 26, 2024

Sobre la exhortación «Querida Amazonia»

 Sobre la exhortación «Querida Amazonia»

Casi en la víspera de la presentación del documento «Querida Amazonia» —convocada para este miércoles 12 de febrero—, el Papa Francisco ha dado a entender a un grupo de obispos norteamericanos que la exhortación apostólica fruto del Sínodo de Obispos del pasado mes de octubre no incluirá la ordenación sacerdotal de diáconos permanentes indígenas casados ni el diaconado femenino, según informa la agencia de noticias CNS de la conferencia episcopal de Estados Unidos.

Durante el encuentro mantenido el lunes con los obispos de Nuevo México, Arizona, Colorado, Utah y Wyoming, el Papa les ha dicho que el documento decepcionará a quienes esperaban que incluyese la ordenación sacerdotal de diáconos casados para el servicio exclusivo en ese territorio tan especial.

El texto de la exhortación apostólica «Querida Amazonia», escrita en español, fue terminado y entregado para traducción en los principales idiomas a principios de enero, dos semanas antes de que que el cardenal Robert Sarah sorprendiese al Vaticano con un libro en que pedía ruidosamente al Papa rechazar esa opción, propuesta en octubre por el Sínodo.

El prefecto de Liturgia presentaba falsamente a Benedicto XVI como coautor de toda la obra cuando lo era solo de un breve artículo, forzando al secretario personal del Papa emérito, Georg Gaenswein, a desmentirle en público y exigir el cambio de atribución.

Según el obispo de Salt Lake City, Utah, el Papa Francisco les dijo al grupo de prelados en visita «ad limina» que si bien hay un fuerte interés mediático en los temas de los sacerdotes casados y el diaconado femenino, él deseaba centrar la exhortación apostólica en los cuatro aspectos que ya había mencionado en su discurso de clausura. Eran las cuatro «conversiones» mencionadas en el documento final del Sínodo: pastoral, cultural, ecológica y sinodal.

Al principio del encuentro en Roma el pasado mes de octubre, la ordenación sacerdotal de diáconos permanentes fue un caballo de batalla de los medios liberales.

En cambio, desde comienzos de año el falso peligro de que el Papa llevase a cabo la «abolición del celibato» es un ariete repetitivo de los medios de comunicación hostiles a Francisco, sobre todo la galaxia de portales de Internet que lanzó a bombo y platillo en agosto de 2018 el «manifiesto» del ex nuncio en Estados Unidos Carlo Maria Viganò para pedir la dimisión del Papa.

Según las declaraciones del arzobispo de Santa Fe, John C. Wester a la agencia CNS: «De modo muy tranquilo y muy amable, el Papa nos dijo: ‘Bueno, ese punto no era realmente un punto importante’. La línea de su respuesta era: ‘No creo que sea un tema en que nos vamos a mover en este momento porque no he sentido que el Espíritu Santo este trabajando en eso justo ahora».

Lo que el Papa quiere, ante todo, es poner fin al abuso de los indígenas y al saqueo y destrucción sistemáticas de Amazonia, «pulmón del planeta» a manos de industrias extractivas legales e ilegales, empresas de biocombustibles, ganadería extensiva y miles de incendiarios a sueldo de esos intereses económicos.

Naturalmente, «Querida Amazonia» es un documento centrado en la evangelización, pero que aborda la protección de los indígenas y de la naturaleza porque forman parte del mensaje cristianos, sobre todo en situaciones de abusos y peligro como la actual.

La exhortación apostólica será presentada este miércoles por el secretario general del Sínodo de Obispos, cardenal Lorenzo Baldisseri, y el profesor brasileño Carlos Nobre, experto en medio ambiente y premio Nobel de la Paz en 2007, quien participó como experto en Sínodo de octubre.

Entre los 185 padres sinodales figuraban los 113 obispos del territorio amazónico, repartido en nueve países —Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y las tres Guayanas— así como los presidentes de las respectivas conferencias episcopales. Participaron también seis pastores de otras confesiones cristianas, 55 auditores, y 12 invitados especiales, incluidos varios científicos.

La asamblea contaba con un total de 35 mujeres, 10 de ellas elegidas por la Unión Internacional de Superioras Generales, y otras 16 como representantes de las etnias indígenas o de agencias de protección.

Juan Vicente Boo  –  Ciudad del Vaticano

ABC Sociedad – Madrid

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