Abril 23, 2024

Cardenal O’Malley: las víctimas deben seguir teniendo voz

 Cardenal O’Malley: las víctimas deben seguir teniendo voz

Cardinal Sean O’Malley, archbishop of Boston, speaks at the “Safeguarding in homes and schools” conference in Rome, Italy, on March 22, 2017. RNS photo by Josephine McKenna

A partir de mañana y hasta el domingo se llevará a cabo la primera plenaria de la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores después de la renuncia de la Irlandesa Marie Collins…

«¿Cómo pueden seguir teniendo una voz potente en nuestro trabajo las víctimas/supervivientes y cómo pueden seguir ayudándonos a orientarnos?». Se lo preguntó el cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston y Presidente de la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores, durante la introducción de un seminario que se está llevando a cabo hoy en la Pontificia Universidad Gregoriana sobre el papel de la educación en la prevención de la pederastia. También subrayó que esa pregunta será «un argumento central» de la misma comisión en la asamblea plenaria, que volverá a reunirse a partir de mañana y hasta el próximo domingo por primera vez desde la renuncia de Marie Collins, mujer irlandesa que, cuando era niña, sufrió los abusos de un sacerdote.O’Malley agradeció a los cardenales Parolin, Ouellet, Farrel y Braz de Aviz por su colaboración. «Que no haya dudas», dijo el purpurado capuchino, sin referirse explícitamente al caso Collins.

Para que no hayan dudas: «Papa Francisco está completamente comprometido para arrancar el escándalo del abuso sexual en la Iglesia» 

En el Consistorio de febrero de 2015, dije a mis hermanos cardenales y a Papa Francisco que abusar de niños y de los más vulnerables “no es un problema católico o solo clerical. Es un problema humano. En el mundo de comunicaciones instantáneas de hoy, nuestro pueblo católico se está volviendo más consciente del problema de los abusos sexuales en la Iglesia y pide que nosotros, que somos sus pastores, demos los pasos necesarios para proteger a los niños encomendados a nuestro cuidado”. Es este el compromiso que ha unido a los miembros de nuestra Comisión (de los cinco continentes) para ofrecer nuestra experiencia y consejo a nuestro Santo Padre. Papa Francisco nos encomendó la misión de “promover la responsabilidad local en las Iglesias particulares” y de ofrecer asistencia “mediante el intercambio de «best-practices» y programas de educación, formación y desarrollo, y desarrollando respuestas adecuadas al abuso sexual”. Este trabajo incluye a todas nuestras instituciones educativas en las Iglesias locales».

«Puedo decir solo pocas palabras sobre Papa Francisco», continuó el cardenal estadounidense. «Cuando muchas personas hablan de nuestro Santo Padre, lo llaman “el Papa Reformador”. Pero lo que yo he notado es que ellos normalmente hablan de las reformas de las estructuras. Nuestro Santo Padre nos recuerda que primero nosotros debemos hablar de la reforma de los corazones (de la verdadera conversión). Esta es nuestra tarea hoy. No es algo que lograremos en una noche. Pero nosotros podemos educar verdaderamente a las personas para que cambien sus corazones y sus mentes. El trabajo de ofrecer ambientes seguros en todas las instituciones católicas es una parte crucial de esto. Que no haya dudas: Papa Francisco está completamente comprometido en arrancar el escándalo del abuso sexual en la Iglesia».  

«Permítanme –dijo O’Malley– despedirme con una última reflexión. Todos estos programas mejores y “best practices” no ayudarán a nada si nosotros fracasamos al poner a las víctimas y a los que sobrevivieron al abuso sexual en primer lugar. Nuestra Comisión ha adoptado el “principio de prioridad”, antes la víctima, y será un argumento central durante nuestra asamblea plenaria de esta semana: ¿Cómo pueden seguir teniendo una voz potente en nuestro trabajo las víctimas/supervivientes y cómo pueden seguir ayudándonos a orientarnos? Deseo agradecerles por haberse unido a nuestra Comisión y a nuestros socios hoy. El motor que guía jornadas de estudio como esta es la conciencia de que nunca podemos volvernos indulgentes en este trabajo y que debemos seguir aprendiendo de la experiencia e incluso de nuestros errores. Hacer que nuestra Iglesia sea verdaderamente segura para cada uno exige nuestra colaboración en todos los niveles. Durante estos últimos tres años, en nuestros encuentros con las Iglesias locales del mundo, un tema que ha surgido a menudo es la necesidad de compartir más los recursos y el conocimiento. Este seminario nos ofrece una oportunidad importante para continuar por este camino juntos».

Iacopo Scaramuzzi  –  Ciudad del Vaticano

Vatican Insider  –  Reflexión y Liberación

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