Julio 27, 2024

Nueva relación con Jesús

 Nueva relación con Jesús

J A PAGOLA.-

En las comunidades cristianas  necesitamos vivir  una experiencia  nueva  de Jesús  reavivando  nuestra relación con él.   Ponerlo decididamente en el centro de nuestra vida.   Pasar de un Jesús confesado de manera rutinaria a un Jesús acogido vitalmente. El evangelio de Juan hace algunas sugerencias importantes al hablar de la relación de las ovejas con su Pastor.

Lo primero es  “escuchar su voz”  en toda su frescura y originalidad. No con fundirla con el respeto a las tradiciones ni con la novedad de las modas.  No dejarnos distraer ni aturdir por otras voces extrañas que, aunque se escuchen en el interior de la Iglesia,  no comunican su Buena Noticia.

Es importante sentirnos llamados por Jesús  “por nuestro nombre”. Dejarnos atraer  por  él  personalmente.   Descubrir poco a poco,  y  cada vez con más alegría,  que nadie responde  como  él  a  nuestras  preguntas  más decisivas, nuestros  anhelos  más profundos  y  nuestras  necesidades últimas.

Es decisivo  “seguir”  a Jesús.   La  fe cristiana  no  consiste  en  creer  cosas sobre Jesús,  sino en creerle a él:  vivir confiando en su persona.  Inspirarnos en su estilo de vida  para orientar  nuestra  propia  existencia  con  lucidez  y responsabilidad.

Es  vital  caminar  teniendo  a  Jesús   “delante  de  nosotros”.   No  hacer  el recorrido  de  nuestra  vida  en  solitario.   Experimentar en  algún momento, aunque sea de manera torpe, que es posible vivir la vida desde su raíz: desde ese Dios que se nos ofrece en Jesús,  más humano,  más amigo, más cercano y  salvador  que  todas  nuestras  teorías.

Esta relación viva con Jesús no nace en nosotros de manera automática.   Se va despertando en nuestro interior de forma frágil y humilde. Al comienzo, es casi solo un deseo.  Por lo general,  crece rodeada de dudas, interrogantes y  resistencias.  Pero,  no sé cómo,  llega un momento  en el  que el contacto con Jesús  empieza  a marcar  decisivamente  nuestra  vida.

Estoy convencido de que el futuro de la fe entre nosotros se está decidiendo, en buena parte, en la conciencia de quienes en estos momentos nos sentimos cristianos.   Ahora mismo, la fe se está reavivando  o  se va extinguiendo en nuestras parroquias y comunidades,  en el corazón de los sacerdotes y  fieles que las formamos.

La increencia empieza a penetrar  en nosotros desde  el mismo momento  en que  nuestra relación  con Jesús pierde fuerza,  o  queda  adormecida  por  la rutina,  la indiferencia  y  la despreocupación.  Por eso, el Papa Francisco ha reconocido  que   “necesitamos  crear  espacios  motivadores  y sanadores… lugares  donde  regenerar  la  fe  en  Jesús”.  Hemos de escuchar su llamada.

José Antonio Pagola   –   Teólogo

Grupos de Jesús

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