Abril 26, 2024

“El obispo debe saber despedirse, no es el centro de la historia”

 “El obispo debe saber despedirse, no es el centro de la historia”

El Papa Francisco en Santa Marta: el pastor debe saber irse bien, y no «a medias», porque es un hombre libre, ha servido sin compromisos y «sin apropiarse del rebaño».

El verdadero guía de una comunidad eclesiástica sabe irse bien, porque es un hombre libre, ha servido sin compromisos y sin apropiarse del rebaño. Además, se despide sabiendo que “no es el centro de la historia”. Palabra de Papa Francisco, que dedicó la homilía de hoy, 30 de mayo de 2017, a la «despedida de un obispo», como podría titularse la Primera Lectura de los Hechos de los Apóstoles.

San Pablo deja la Iglesia de Éfeso, que él mismo había fundado. Según indicó la Radio Vaticana, el Pontífice recordó: «Ahora debe irse. Todos los pastores debemos despedirnos. Llega un momento en el que el Señor te dice: ve a otra parte, ve allá, ven acá, ven conmigo». Uno de los pasos que debe dar «un pastor también es prepararse para despedirse bien, no a medias. El pastor que no aprende a despedirse es porque tiene algún vínculo no bueno con el rebaño, un vínculo que no fue purificado por la Cruz de Jesús».

Entonces, Pablo, en una especie de «consejo presbiterial» se despide de su comunidad eclesiástica: el Obispo de Roma recordó «tres actitudes» del apóstol.

Primera: dice que nunca se ha echado atrás. No es un acto de «vanidad, porque él dice que es el peor de los pecadores, lo sabe y lo dice», sino que simplemente relata «la historia» verdadera. «Una de las cosas que da mucha paz al pastor cuando se despide es acordarse de que nunca ha sido un pastor de compromisos», la conciencia de no haber «guiado a la Iglesia con compromisos. No se echó atrás. Y se necesita valentía para ello», insistió Francisco.

Segunda actitud: san Pablo comunica que va a Jerusalén movido por el Espíritu, sin saber qué le sucederá. Prácticamente, obedece al Espíritu Santo: «El pastor sabe que está en camino. Mientras guiaba a la Iglesia tenía la actitud de no hacer compromisos; ahora el Espíritu le pide que se ponga en camino, sin saber qué sucederá». Y el apóstol «continúa porque él no tiene nada propio, no hizo una apropiación indebida de su rebaño. Sirvió. “¿Ahora Dios quiere que me vaya? Me voy sin saber qué sucederá conmigo. Solo sé (el Espíritu se lo había comunicado) que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me dice que me esperan cadenas y tribulaciones”. Eso era lo que sabía». Sin embargo, no renuncia, acepta con confianza los nuevos desafíos peligrosos.

No lo espera «la jubilación. Voy a otra parte a servir a otras Iglesias —prosiguió el Papa. Siempre con el corazón abierto a la voz de Dios: dejo esto, seré qué me pide el Señor. Y ese pastor sin compromisos ahora es un pastor en camino».

Tercer punto: Pablo precisa que no considera, de ninguna manera, preciosa «mi vida». Y Francisco añadió: no es «el centro de la historia, de la historia grande o de la historia pequeña», sino que es «un servidor». 

El Pontífice citó un dicho popular: «Como se vive, se muere; como se vive, se despide»; san Pablo se despide al final con «una libertad sin compromisos» y se pone en marcha hasta el final de la misión que Dios le encomendó en la tierra. Así «se despide un pastor», exclamó el Papa.

Francisco invocó: «Con este ejemplo tan bello, recemos por los pastores, por nuestros pastores, por los párrocos, por los obispos, por el Papa, para que sus vidas sean vidas sin compromisos, una vida en camino, y una vida en donde ellos —concluyó— no se crean que están en el centro de la historia y así aprendan a despedirse». 

Domenico Agasso  –  Ciudad del Vaticano

Vatican Insider   –   Reflexión y Liberación

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