Monseñor Scicluna: diálogo, acogida y compasión
Tal como se esperaba, la reunión del arzobispo de Malta Charles Scicluna con Juan Carlos Cruz en la Iglesia Holly Name of Jesus de Manhattan, se desarrolló en un ambiente de sincero diálogo, acogida y compasión
La prensa internacional que esperaba a Juan Carlos Cruz en las afueras de la Parroquia, cubrió de buena manera parte de lo que fue esta esperada reunión entre el emisario del Papa Francisco y una de las víctimas de Fernando Karadima que por años no ha cesado en denunciar, valientemente, que el Obispo de Osorno Juan Barros Madrid, sabía de estos abusos sexuales y psicológicos y los calló por años. Es más, este Obispo junto a los titulares de Talca; Horacio Valenzuela y de Linares; Tomislav Koljatic le defendieron de diversas formas, enviando cartas y emisarios a Roma intentado restar importancia a las graves acusaciones en contra de su ex líder y que sí acogió el Vaticano, condenando finalmente a Karadima.
Desde estas páginas, desde un principio, manifestamos gran alegría por la decisión papal de enviar como su delegado especial a Mons. Scicluna para escuchar a toda persona que tenga evidencias o informaciones e investigar a fondo las acusaciones de encubrimiento de abusos por parte del Obispo Barros. Sin duda que este giro dado por la máxima autoridad de la Iglesia Católica es una clara señal de que se tomó la decisión de cerrar el “Caso Barros” en forma perentoria y definitiva para que vuelva la normalidad, la unidad y la paz a la Diócesis de Osorno.
Muchas personas y Comunidades se preguntaban durante la visita del Papa Francisco a Chile; ¿a quién escucha Su Santidad? Solo al Nuncio Ivo Scapolo y a uno de sus asesores directos el Cardenal Francisco Javier Errázuriz… Hoy, y ante los nuevos hechos que conmocionan a la opinión pública mundial, se puede decir que el Papa quiere más antecedentes sin interferencias y en un ambiente de sincero diálogo respetuoso y desprejuiciado para llegar a la verdad. Es lo que precisamente ocurrió este sábado en la Parroquia de Nueva York entre el enviado papal y una de las víctimas de Karadima.
Hemos de reconocer que ahora se observa una coherencia más directa y creíble entre lo que se plantea la Comisión Pontificia para la protección de menores que sigue, felizmente, liderada por el Cardenal de Boston; Sean O’ Malley en que reitera que “la Iglesia necesita escuchar la voz de las personas que han sido abusadas”. Además, en este último tiempo este respetado Cardenal, ha tenido un rol relevante para que el Papa, finalmente, designara al experto en investigar abusos sexuales y complicidades de clérigos católicos, esta es la carta de presentación de Mons. Charles Scicluna.
También en este nuevo proceso que se inicia a cargo del Obispo Scicluna, hay una arista de alta importancia; es la grave crisis por la que atraviesa la Iglesia Católica chilena, que quedó de manifiesto en la serie de hechos poco felices que se sucedieron antes y durante la visita de Papa Francisco. Esta situación de por sí preocupante, ha sido denunciada por no pocos sacerdotes, religiosas y laicos de diversas Diócesis del país. De igual forma, deja al descubierto la disconformidad por el cómo se han llevado las cosas en el “Caso Barros” y otros episodios de abusos iguales o parecidos en su dramatismo y falta de justicia.
Ya antes de la vista ad limina de los obispos a Roma, se levantaron voces para pedir más transparencia, más diálogo y menos descalificaciones para aquellas personas críticas del status quo -consagrados o no- para que se buscaran vías de entendimiento y así tratar de superar el lamentable estado de desconfianza y falta de credibilidad de la Iglesia y su jerarquía. No se escucharon estas voces y por esto hoy, se renueva la esperanza en lo que pueda ver y oír el arzobispo de Malta que pronto se encontrará entre nosotros trabajando y, a continuación, entrevistándose con el Santo Padre para comunicarle los frutos de su delicada y necesaria misión en Chile.
Por fin se perciben vientos de cambio que necesita urgentemente la Iglesia Católica chilena, no se podía seguir en medio de estas incertidumbres y variadas crisis de diferente índole que afectan y retardan la evangelización y la praxis propia de una Iglesia llamada a ser misionera, acogedora, servidora y sin dobleces. Hoy, es una buena noticia el sincero reconocimiento de Juan Carlos Cruz, después de entrevistarse con el enviado del Papa: “Por primera vez siento que nos están oyendo…Monseñor Scicluna lloró conmigo…”.
Y, hace unas semanas decían los Laicos y Laicas de Osorno en una Declaración pública que causó no poco impacto en Roma: “Consideramos que lo primero que hay que hacer es dialogar en serio para buscar una salida al dramático “Caso Barros” y de esta forma producir el cambio que todos esperamos. Una vez logrado este justo anhelo, volverá la normalidad, la unidad eclesial y la paz. Esto pasará, indeclinablemente, cuando el Obispo Juan Barros Madrid presente su renuncia al Papa Francisco. De no ser así, la herida seguirá sangrando y salpicando no solo a la Iglesia Católica en Chile”. (22/1/2018).
Jaime Escobar M.
Editor de Revista “Reflexión y Liberación” – Chile
Juan Carlos Cruz a la salida de la Iglesia Holly Name of Jesus de Manhattan – (17/2/2018)