Julio 27, 2024

A la Casa del Padre el ‘Obispo de los Pobres’

 A la Casa del Padre el ‘Obispo de los Pobres’

Mons. Luis Bambarén Gastelumendi SJ, obispo emérito de Chimbote (Perú), ha fallecido este viernes 19 de marzo a causa del COVID-19. Su vida, larga y próspera, ha sido ejemplo de entrega por los más necesitados y por la defensa de los derechos humanos.

Monseñor Luis Armando Bambarén Gastelumendi nació el 14 de enero de 1928 en la región andina de Áncash, e ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús en 1944. Fue ordenado sacerdote en 1958 en Madrid y elegido obispo el 1° de diciembre de 1967 y nombrado obispo auxiliar de Lima, con dedicación especial a los llamados “pueblos jóvenes” de las periferias de la ciudad, zonas habitadas por familias de escasos recursos, de allí el apelativo de “obispos de los pobres”, lo cual lo ha definido a lo largo de todo su servicio episcopal.

En 1983 fue nombrado obispo de Chimbote, cargo que ejerció hasta 2003. Fue Secretario de la Conferencia Episcopal Peruana y Presidente de la Comisión de Comunicación Social del Episcopado, y entre los años 1998 y 2002 fue presidente de la Conferencia Episcopal Peruana .

La vida de Mons. Bambarén se caracterizó por su compromiso y defensa a los más vulnerables y de los derechos humanos, sobre todo durante la época de violencia en el país (1980-2000).

Su partida el día de ayer ha conmovido al país y ha despertado una serie de homenajes y expresiones de afecto.

El arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo, se ha expresado así sobre su labor:

“Siempre intervino y se puso al servicio de la gente para encontrar a los peruanos, y es uno de los obispos que mejor ha tratado de insertar a la Iglesia en la vida, en el dolor y en las luchas del pueblo…”; “como obispo de Chimbote ha sido un ejemplo de cómo construir una diócesis para la orientación y servicio de los pobres. Su figura profética, su continuación del sentido del anuncio del evangelio y, a pesar de las denuncias de las injusticia, su compromiso con los sectores populares siempre fue muy grande. Su respeto por la política y la religión llevó a diferenciarlas para poder mantener el sentido profético verdadero de la fe”.

Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe (CPAL)

Revista ‘Reflexión y Liberación’ / Santiago – Roma – Madrid.

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