Noviembre 5, 2024

Nadie pudo desmentir los informes de Wikileaks

 Nadie pudo desmentir los informes de Wikileaks

Seguirá preso, porque para el poder occidental y cristiano es mucho mejor criminalizarlo a él que aceptar las culpas de genocidio, torturas y toda la miseria de las acciones militares y de gobierno no sólo de Estados Unidos, sino también de sus aliados, en especial el Reino Unido.

Acallar a Assange a cualquier precio

Los sucesivos gobiernos estadounidenses se empecinaron en fabricarle delitos imaginarios. No cabe acusar de espía a quien no sirvió a potencia alguna, sino que trabajó para informar a la opinión pública internacional. 

Y, por añadidura, la determinación impone una intolerable limitación al derecho a la información de las sociedades. Hoy, Julian Assange se encuentra recluido en la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh desde abril de 2019 y sujeto al acoso judicial por los gobiernos de Estados Unidos, Suecia y Gran Bretaña desde 2010.

Es claro que las maniobras entre Washington y Londres para consumar la farsa judicial constituyen un inequívoco mensaje de escarmiento para todo el gremio periodístico del mundo: el poder público de esas naciones no tolera ser exhibido en sus actos delictivos, en su corrupción y en su indecencia, y se vengará de quienes se atrevan a ponerlo en evidencia, dice un editorial del diario mexicano La Jornada.

Assange brindó un servicio trascendente a la transparencia y a la información, al entregar a La Jornada (como a otros medios de todo el mundo)  miles de cables diplomáticos enviados al Departamento de Estado por la embajada y los consulados estadounidenses en ese país en los que se registró la descomposición del gobierno de Felipe Calderón y su sumisión ante Washington, en el contexto de la Iniciativa Mérida.

Decenas de organizaciones internacionales denunciaron los atropellos, arbitrariedades y violaciones a los derechos fundamentales en el juicio en contra del fundador de WikiLeaks, entre ellas, la Relatoría de la Organización de Naciones Unidas sobre la Tortura y Amnistía Internacional, pero la decisión estaba tomada en los más alto niveles de la “inteligencia” estadounidense y británica: hay que acallar, aniquilar al mensajero.

Todavía usted puede encontrar en las redes el video Asesinato colateral, que grabó desde un helicóptero militar el homicidio de 12 civiles –entre ellos, dos periodistas de la agencia Reuters– en la Bagdad ocupada por las tropas estadounidenses en julio de 2007. El video muestra el momento en que el grupo de ciudadanos fue ametrallado por los tripulantes, quienes unos segundos más tarde perpetraron otro ataque sobre una familia iraquí que acudió en ayuda de los heridos.

Los autores materiales, intelectuales y políticos de ese crimen –y todos los otros-  no fueron llamados a cuentas nunca, pero quienes enteraron al mundo de ese hecho –la ex soldado estadunidense Chelsea Manning y el propio Assange– fueron sometidos desde entonces a un implacable acoso judicial que, en el caso del australiano, desemboca ahora en la aprobación para que sea extraditado a Estados Unidos.

Si algo puede sorprender, es que los sucesivos gobiernos estadounidenses jamás desmintieron ninguna de las filtraciones y los informes de Wikileaks y todos los responsables siguen libres y… haciendo campaña contra Assange.

El gobierno estadounidense exigía el encarcelamiento del australiano mientras procesaba a la informante principal de Assange, la soldado  Chelsea Manning, ganando  tiempo para armarle 18 imputaciones por delitos graves. No se trata de un acto de justicia, sino una acción de venganza contra quien destapa los muchos trapos sucios de EEUU y un escarmiento dirigido a informadores y periodistas para que no se atrevan a exhibir las miserias internas del poderío estadounidense.

Wilkipedia reprodujo sus hallazgos en una serie de diarios de gran tirada a lo largo y ancho del mundo, a los que la “justicia” de Washington y Londres no se animó a atacar. ¿Será que Assange fue quien comandó a los soldados de EE.UU. acribillando a gente desarmada en un suburbio de Bagdad, en abril de 2010, evidenciado en el vídeo Collateral Murder?

¿Será Assange el responsable de las violaciones de los derechos humanos en Irak y Afganistán? Wikileaks publicó (julio de 2010) más de 90.000 documentos desclasificados que demostraban las graves violaciones en Irak y otros 400.000 documentos (octubre de 2010) que destapaban la atrocidades ocultas en Irak.

¿Será Assange quien envió los correos del director de la CIA John Brennan, en los que habla de tortura en los interrogatorios a los sospechosos de terrorismo? ¿Será quien escribió las comunicaciones del gobierno estadounidnse con sus delegaciones diplomáticas., entre ellas la que informaba sobre el paso de los vuelos de la CIA por territorio español, con presos que iban con destino a Guantánamo?.

¿Será quien detuvo sin casusa a cientos de afganos e iraníen y los torturó salvajemente en los campos de concentración de  Bucca, Guantánamo y Abu Ghraib? ¿O quizá quien escribió el manual del Ejército de EE.UU. para los soldados en Guantánamo?

¿Sería Assange quien dirigía la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) cuando realizó escuchas secretas del encuentro entre Ángela Merkel y el secretario general de la ONU Ban Ki-Moon, o cuando espió la reunión privada entre el italiano Silvio Berlusconi, el francés Nicolás Sarkozy y Merkel y grabó escuchas de una conversación entre Berlusconi y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu?

¿Será Assange quien redactó los 30 mil comprometedores correos de Hillary Clinton en marzo de 2016 o las 27.000 comunicaciones del Comité Nacional Demócrata (CND) y 50.000 correos electrónicos de John Podesta, jefe de la campaña presidencial de Clinton, donde acusaba a Arabia Saudí y Qatar de apoyar a la terrorista Estado Islámico (Dáesh)?.

¿O estará implicado en la red de tráfico de personas y abuso sexual de altos funcionarios del Partido Demócrata que desató el escándalo Pizzagate? O quizá fue quien financió a la ultraderechista Vox en España y no quien reveló las grandes fortunas y altos ejecutivos españoles que financiaron su nacimiento.

¿Habrá sido Assange quien redactó la guía secreta que empleaban los agentes de la central estadounidense de inteligencia CIA para infiltrarse en Europa bajo identidades falsas y reveló que los espías de EEUU manejaban el manual de control de fronteras de la Unión Europea (UE), filtrando los informes del programa ‘Checkpoint’ de la CIA?.

No, obviamente no. Los criminales están y seguirán libres, defendidos por el establishment, el lawfare y la parafernalia de los medios hegemónicos. El delito de Assange fue informar sobre lo que sucedía, basado sólo y exclusivamente en los informes de los organismos de (in)seguridad estadounidenses.

Dolor de madre

En una carta abierta, Christine Ann Assange, madre de Julian Assange, señala; “el dolor de ver a un hijo sano deteriorarse lentamente, porque se le negó la atención médica y sanitaria adecuada en años y años de prisión; la angustia de ver a mi hijo sometido a crueles torturas psicológicas, en un intento de romper su inmenso espíritu; la constante pesadilla de que sea extraditado a EEUU y luego pasar el resto de sus días enterrado vivo en total aislamiento”.

Añade., “el miedo constante de que la CIA pueda cumplir sus planes para asesinarlo; la ola de tristeza cuando vi su frágil cuerpo caer exhausto por un mini derrame cerebral en la última audiencia, debido al estrés crónico” y señala que “muchas personas quedaron traumatizadas al ver una superpotencia vengativa que usa sus recursos ilimitados para intimidar y destruir a un individuo indefenso”.

¿Qué crimen cometió Assange?. Es el crimen que todos ustedes cometieron: dijo la verdad».

Aram Aharonian 

Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) – Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE). 

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