Diciembre 13, 2024

Hebe pide perdón a Francisco: “Me equivoqué”

 Hebe pide perdón a Francisco: “Me equivoqué”

Durante la audiencia que concedió el Papa, la titular de las Madres de Plaza de Mayo se disculpó por haberlo insultado cuando era todavía cardenal. Cargó contra el presidente argentino Mauricio Macri y lo acusó de ejercer “violencia institucional”, de crear desempleo y de provocar pobreza…

Casi dos horas. Eso duró el encuentro íntimo entre el Papa y la presidente de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, la tarde de este viernes en la residencia Santa Marta del Vaticano. Una reunión que comenzó con un largo abrazo y concluyó con una solicitud de perdón de parte de la señora, por haber insultado en el pasado al cardenal Jorge Mario Bergoglio. “Me equivoqué”, dijo ella. “¡Déjelo así!”, replicó Francisco.

Él la oyó comprensivo, ella habló casi todo el tiempo. Denunció la “violencia institucional” en la Argentina, y cargó contra el gobierno del presidente Mauricio Macri. Por los despidos, por los jóvenes sin trabajo, por la persecución de los niños por parte de la policía, por el cierre de fábricas, por la importación de productos que dejan sin trabajo a muchos “compañeros”.

“Me escuchó con mucha atención las dos horas que hablamos, me dijo que había muchas cosas que las sabía pero había otras que no las sabía. Me dijo que no me conocía así como le estaba hablando a él, fue muy cariñoso conmigo, me trató con mucho afecto. Pasaron muchas cosas que para nosotros son muy importantes. Nos demuestran que Francisco está con el pueblo, no está con los poderosos”, contó en un encuentro con periodistas después de la audiencia.

La reunión con el Papa comenzó a las 16:30 horas de Roma y concluyó poco antes de las 18:30. Primero hubo un largo coloquio cara a cara entre los dos y después se sumaron a un grupo de otras cinco personas que acompañaron a la señora.

La activista por los derechos humanos le regaló al líder católico un pañuelo blanco bordado con piedras preciosas y colocado en una base de madera petiribí. Ella misma llevó, en todo momento, un pañuelo blanco en su cabeza, como se usaba durante las marchas en la Plaza de Mayo de Buenos Aires en la época de la dictadura militar argentina. Además le obsequio un trocito de los cimientos de la casa de las Madres en la capital argentina, recibió a cambio un rosario y una medalla con la imagen de una madre con el niño en brazos.

De Bonafini aseguró haber pedido al Papa que visite pronto su país, “porque lo necesitamos”, pero Francisco le respondió que por ahora no tiene previsto viajar. “Esperábamos que hubiese venido este año pero no puede venir”, insistió ella.

También reconoció que en el pasado se equivocó al insultar públicamente al cardenal Bergoglio cuando estaba en Argentina y aceptó que desconocía su trabajo con los más necesitados. “Me parece que cuando se transformó en Francisco creció más todavía, entonces yo le dije ahora que también me disculpaba porque me había equivocado, que había pensado lo mismo que con Néstor (Kirchner), que no era lo que parecía. Uno tiene que reconocer cuando se equivoca, y eso las madres lo hacemos”, apuntó.

Relató que, mientras estaba sentada en la salita de Santa Marta, esperaba que alguien introdujese al Papa pero que de repente se abrió la puerta y apareció él. “Nos abrazamos un rato largo y se sentó a mi lado. Le dije que tenía una misión muy difícil, que nuestra patria necesitaba de su palabra, que en cinco meses este gobierno destruyó lo que hicimos en 12 años, que hay mucha violencia institucional pero que hay también de la otra”, añadió.

Entonces hizo una lista larga de lo que consideró atropellos y “violencia” en los campos social, político y económico. Indicó como responsable de todo al gobierno del presidente Mauricio Macri. También denunció una “persecución judicial” contra la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner a la cual, sostuvo, “la quieren meter presa” y por eso “le abren un juicio, y otro, y otro” pero “no encuentran nada”.

“Dos horas contándole. Tal vez que aquí en Europa, que están pegados al capitalismo, están contentos con el gobierno de Macri. Los que pensamos en los pueblos nunca estamos bien con el capitalismo salvaje, nunca estamos bien con la violencia. No vine a contarle mentiras, ni fantasías. Fuimos un pueblo que ha sufrido demasiado y tal vez no estamos preparados para esto”, ponderó.

Precisó que en el encuentro no se tocó el tema de los desaparecidos durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), ni tampoco de la voluntad de Francisco de abrir los archivos del Vaticano sobre esa época.

“Hablamos de la justicia, de la falta de justicia y de la justicia que está al servicio de Macri para condenar a Cristina, a los ministros, a quien sea y utilizan a los jueces corruptos a los que se les paga para eso. Y de la jerarquía de la Iglesia, que es muy conservadora. Le dije que los obispos eran muy conservadores y que los sacerdotes son una maravilla, los que trabajan”.

Andrés Beltramo Alvarez  –  Ciudad del Vaticano

Vatican Insider  –  Reflexión y Liberación

 

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