Abril 25, 2024

Hno. Papa Francisco, necesitamos más Cardenales y otros Obispos

 Hno. Papa Francisco, necesitamos más Cardenales y otros Obispos

Querido hermano Francisco, Obispo de Roma: Has iniciado una importante renovación de la Iglesia, por lo cual te estamos infinitamente agradecidos. Tenía mucha falta. Basta solo ver la plaga de pederastia que había dentro de ella, pues casi no hay día que no salgan a la luz nuevos casos, algo que es horrendo, venga de quien venga, y mucho más de quien debe ser modelo perfecto de respeto a los demás, y en caso de niños nefando, como es el de personas que tienen como objetivo de su vida la fidelidad plena al mensaje de Jesús, que tratándose los niños es absolutamente contundente cuando dice: “al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mi más le valdría que le aten al cuello una piedra de molino y lo hundan en lo profundo del mar” (tres Evangelistas recogen este mensaje). Y en positivo, dice Jesús: “El que recibe a un niño en mi nombre, a mi me recibe” (Lucas 9,48). Hay una presencia real de Jesús en los niños: como los tratamos a ellos le tratamos a El.

Nuevos Cardenales: Has nombrado recientemente un número importante de cardenales más coherentes con tu línea renovadora de la Iglesia. Estás poniendo fin al eurocentrismo histórico de la jerarquía católica. Cuando fuiste elegido 61 cardenales electores eran europeos y 56 de otros países. A partir de los últimos que has elegido cambian las proporciones: ya son 67 los extraeuropeos y 54 los europeos. Con estos nombramientos, hay 7 de países que hasta ahora no estaban representados en el Colegio cardenalicio, con lo cual, a partir de ahora, hay cardenales de un total de 79 países. En este momento hay uno menos no europeo, Evaristo Arns, fallecido recientemente en Brasil: si todos los demás cardenales fueran como este gran cristiano, la Iglesia sería muy diferente a la actual, mucho más testimonial, más coherente con el mensaje de Jesús, más creíble, más profética, más fiel a la salvación integral de hombre (es decir, inmanente y trascendente, ambas inseparables).

Más Cardenales: Por favor, sigue buscando cardenales en esta línea de auténtica evangelización, hasta alcanzar un número suficiente, para que cuando tu faltes, quede asegurada tu línea renovadora de la Iglesia, y no haya posibilidad de marcha atrás, como pretenden algunos, pues de ello depende no solo el futuro de la Iglesia, sino su influencia decisiva en la marcha de la humanidad y de todo el Sistema Tierra como explicas en la Encíclica Laudato Si, para un mundo más justo y más coherente con la dignidad del hombre y de la creación, para este mundo y para su plenitud definitiva de todos y de todo.

Nuevos Obispos: Es mucho pedirte, pero no te quedes solo en la elección de cardenales, porque los cardenales actualmente proceden prácticamente siempre de los Obispos. Según sean estos así serán los cardenales. En este campo falta mucho por renovar, pues durante casi tres recientes décadas, los Obispos nombrados fueron en su conjunto de un corte y estilo netamente conservador, incluso integrista, soslayando claramente las orientaciones del Vaticano II al respecto, e incluso dando de lado y marginando claramente a los que procedentes de nombramientos anteriores, no se avenían a los criterios afines a los marcados por Roma durante ese largo período.

Los reaccionarios: Más aun, hay Obispos procedentes de esa etapa reaccionaria que afirman explícitamente que tu pontificado es una etapa transitoria, y cuando faltes todo volverá a ser como era antes de tu elección. Ejemplos claros de la etapa reaccionaria aun tenemos abundantes en España, de norte a sur, pasando por los aledaños de Madrid, nepotismo no disimulado incluido, que tenían y aún tienen mucho más olor a riqueza que a pobreza y oveja; destacan en especial los de Valencia, Acalá, San Sebastián, Getafe, Asturias, Granada, y el ex todopoderoso de esa etapa, el señor Rouco Varela . Tu estás intentando adaptar la Iglesia al ritmo y a las necesidades del mundo actual, pero con fuerte y dura oposición, incluso de quienes están cerca de ti, como el cardenal Raymon Burke, que desearía sorprenderte en un error grave, para acusarte de herejía y dar por hecha tu dimisión.

Iglesia incoherente con el Evangelio: La Iglesia, ha estado siglos ligada al poder político, a las ideologías conservadoras y burguesas, al moralismo más integrista, alienador y rigorista sobre todo en moral sexual, pero permisivo totalmente con la acumulación de riquezas (ella misma actuó así), permitidas por las leyes civiles, pero totalmente injustas y anticristianas, y una Iglesia en su oficialidad casi siempre pegada a los ricos. ¿Cómo no se dan cuanta esos Obispos y Cardenales que la Iglesia por su cerrazón, integrismo y conservadurismo trasnochado, en los siglos XVIII y XIX perdió en masa a la clase obrera por estar al lado de los poderosos (ella misma era uno de ellos). A continuación perdió a los intelectuales, condenando el modernismo y oponiéndose a la evolución del pensamiento y los avances científicos? Ahora en la civilización occidental tiene ya casi perdida en masa la juventud.

Roma y su Curia: Juan XXIII con el Vaticano II intentó remediar un poco las cosas y actualizar la Iglesia, pero con Roma y su Curia pronto dio marcha atrás, olvidando el Concilio, separando, marginado e incluso condenado a cientos de teólogos y grandes pastores, especialmente durante el largo pontificado de Juan Pablo II, de aquende y sobre todo allende los mares.

Los Evangélicos y la Teología de la liberación: Decía John F. Kennedy que los que se oponen a una evolución pacífica de la sociedad hacen inevitable la revolución violenta. Y la revolución es que la Iglesia Católica se queda cada día más fuera de la sociedad y sin gente, o sus “fieles” se le están marchando masivamente a otras confesiones religiosas, como a los Evangélicos en Hispanoamérica, a los que el gobierno Reagan apoyó decididamente con muchos medios y dinero y con la anuencia expresa y clara del Papa Juan Pablo II, para frenar la teología de la liberación, “porque se oponía los intereses de los Estados Unidos”, acusada intencionadamente de afín al comunismo de forma totalmente injusta. Actualmente los evangélicos son ya una marea imparable, el grupo que más crece en todo el continente americano. El 81 % de los votantes de Estados Unidos de este credo votó a Donald Trump, que en la convención del Partido Republicado afirmó explícitamente: “me gustaría dar las gracias a la comunidad evangélica”. En Colombia la movilización de dos millones de evangélicos fue decisiva para el triunfo del “no” al acuerdo de paz con las FARC, porque sin duda detrás de esos dos millones hay mucho dinero (Ver Documento “A fondo” en XL Semanal, del 18 al 24 de diciembre de 2016).

Francisco, sigue adelante: La línea neoliberal capitalista que siguen los evangélicos americanos es evidentemente afín al poder y al dinero, lo cual es diametralmente contrario al mensaje de Jesús y a los empobrecidos del mundo y de la Madre Tierra, que son tu máxima preocupación. En conclusión, Hermano Francisco, sigue adelante, renovando con decisión la Iglesia para que sea cada vez más fiel a la dimensión total del Evangelio, que es el verdadero camino para la liberación integral de todo el Sistema Tierra: el hombre y la creación, porque solo por ahí va el verdadero futuro de la humanidad. Hazlo de tal manera que lo que estás haciendo sea ya irreversible. En consecuencia elige no solo cardenales, sino sobre todo obispos, cada vez más en coherencia con el Evangelio y la realidad de mundo actual.

Nota.-Tu sabes perfectamente lo que debes y puedes hacer: estas letras son solo para que sepas que somos innumerables las personas que estamos contigo.

Un cordial abrazo para ti y para todos los que de verdad luchan por un mundo mejor desde el compromiso fiel con el mensaje liberador de Jesucristo.

P. Faustino Vilabrille Linares

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