Diciembre 13, 2024

“Que no le tiemble la mano”

 “Que no le tiemble la mano”

Esta mañana en la sede de la Prensa extranjera en Roma se realizó la esperada Conferencia de Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, tres víctimas del P. pederasta Fernando Karadima. En un  hecho sin precedentes, fueron invitados por el Papa Francisco a la Casa Santa Marta, después de que se conociera el “Informe Scicluna” y la Carta del Papa Francisco a la CECH. Todo este affaire gatillado por el caso del obispo Juan Barros –hasta ahora Obispo de Osorno y a punto de renunciar a esa Diócesis- además, de haber sido uno de los más férreos defensores  de Karadima, junto a los también obispos; Horacio Valenzuela, Tomislav Koljatic y Andrés Arteaga.

Los tres invitados pontificios, iniciaron su Conferencia con estas palabras: “Después de haber pasado casi una semana en la Residencia Santa Marta, compartiendo con el Papa Francisco, quisiéramos decir lo siguiente…Durante casi 10 años hemos sido tratados como enemigos porque luchamos en contra del abuso sexual y el encubrimiento en la Iglesia. En estos días conocimos un rostro amigable de la Iglesia, totalmente diferente al que conocíamos antes. El Papa nos pidió formalmente perdón a nombre propio y de la Iglesia universal… También agradecemos a monseñor Jordi Bertomeu quien, por encargo del Papa, nos ha acompañado y ha sabido transformar esta estadía en algo constructivo”.

Agregando que, al concluir sus encuentros con el Papa agradecen la “enorme generosidad y hospitalidad de estos días”. Reiterando que han podido ver el rostro amigable de una Iglesia que en el pasado los trataba como enemigos, y que tienen la esperanza de que la Iglesia –por fin- tome el timón de la lucha contra la pederastia, contra los abusos de poder y contra el encubrimiento de las graves acusaciones. Y esperan que el Papa “transforme en acciones ejemplares y ejemplificadoras sus cariñosas palabras de perdón. De no ser así, todo esto será letra muerta”.

Como ya lo habíamos dicho en una anterior nota, no se conocerá en detalle todo lo que los tres denunciantes y víctimas de Karadima conversaron en forma sincera y amigable con el Papa, pero de la Declaración que esta mañana que entregaron en Roma se pueden deducir algunas importantes ideas fuerza que ya el Santo Padre tiene y ejecutará, sin duda, una vez que sostenga las reuniones con la CECH que en pleno arribará los próximos días a la Santa Sede.

  • Lo que está pasando -y pasará- a contar de las próximas semanas en la Iglesia chilena y universal sobre los casos de abuso sexual y de poder de clérigos y obispos será sin duda una nueva forma de proceder, especialmente, para con las víctimas de los abusos y no se tolerará el escandaloso encubrimiento que han hecho en forma institucionalizada las jerarquías episcopales locales y romanas.
  • Ya nadie podrá decir que “no sabía” o que por una mal entendida “prudencia” se desacredita a las víctimas y personas que levanten su voz denunciando estos crímenes. Desde ahora, sí debe haber una auténtica Tolerancia Cero y que esta frase no sea solo un slogan para la Prensa y para todo el Pueblo de Dios.
  • El ejemplo de tenacidad y verdad de los tres denunciantes de Karadima, debe ser un faro en la praxis de toda persona y Comunidad que sienta que sus derechos de cristiano-católico vulnerado por ciertas jerarquías eclesiásticas que se apropian de un poder divino para falsear y descalificar a quienes no se “alienean” con las directrices que ellos siempre buscan imponer sin el necesario diálogo serio y respetuoso.
  • Hoy, más que ayer, el mundo espera del Papa Francisco medidas ejemplarizadoras, creíbles y drásticas por dolorosas que sean para que se restablezca la credibilidad y sea esto un auténtico signo de unidad pero en la verdad y la justicia. La Iglesia en su conjunto ya no soporta más encubrimientos e intrigas cuando se detecta y denuncia algún abuso sexual, de poder o psicológico de los ministros consagrados, eso es rechazar la esencia de lo que debe ser un Servidor para una vida buena y justa.
  • Desde Chile, saludamos y valoramos todo lo que se expresó en esta histórica Conferencia de Prensa celebrada en Roma. Nos identificamos y apoyamos, plenamente,  los puntos expuestos por Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, tal como lo hemos manifestado en todos estos duros años, pero siempre animados por el signo del Evangelio de que “nada permanecerá oculto…”.
  • Y, reiteramos que la mejor forma para empezar este nuevo tiempo de la Iglesia en Chile y a la luz de todo lo que se ha conocido, se hace imprescindible que salgan de sus puestos de poder: en primer lugar el Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, el Nuncio en Chile, Monseñor Ivo Scapolo y los obispos diocesanos Juan Barros de Osorno, Horacio Valenzuela de Talca y Tomislav Koljatic de Linares.

 

A nombre de tantos cristianos y personas de buena voluntad –en especial a la Comunidad Laical de Osorno- y de no pocos religiosos y religiosas no solo de Chile, con humildad y esperanza grande le decimos a nuestro Papa Francisco que ”no le tiemble la mano” para proceder en justicia y verdad ante los  graves escándalos que no pueden continuar en la oscuridad de la impunidad intoxicando a toda una Iglesia que está llamada a ser Discípula,  Servidora y Misionera.

“Yo soy la verdadera vid y mi Padres el leñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que de más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes”. (Hech 15, 1 -6; Sal 121, 1-5: Jn 15, 1-8).

+Fiesta de San Atanasio

 Jaime Escobar M.

Consejo Editorial de Revista “Reflexión y Liberación”  –  Chile

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Declaración entregada en Conferencia de Prensa en Roma (2/5/2018).

 Después de haber pasado casi una semana en la Residencia Santa Marta, compartiendo con el Papa Francisco, quisiéramos decir lo siguiente:

 Durante casi 10 años hemos sido tratados como enemigos porque luchamos en contra del abuso sexual y el encubrimiento en la Iglesia. Estos días conocimos un rostro amigable de la Iglesia, totalmente diferente al que conocimos antes.

 El Papa nos pidió formalmente perdón a nombre propio y a nombre de la Iglesia universal. Reconocemos y agradecemos este gesto y la enorme hospitalidad y generosidad de estos días.

 También agradecemos a monseñor Jordi Bertomeu quien, por encargo del Papa, nos ha acompañado y ha sabido transformar esta estadía en algo constructivo.

 No depende de nosotros que se lleven a cabo las necesarias transformaciones en la Iglesia para detener la epidemia del abuso sexual y el encubrimiento.

 Esperamos que el Papa transforme en acciones ejemplares y ejemplificadoras sus cariñosas palabras de perdón. De no ser así, todo esto será letra muerta.

 Finalmente, quisiéramos repetir que decidimos aceptar esta invitación en nombre de miles de personas que han sido víctimas de abuso sexual y encubrimiento de la Iglesia Católica. Ellos le han dado el sentido a nuestra visita.

 Juan Carlos Cruz
James Hamilton
JoséAndrés Murillo

 

 

 

Editor