Marzo 29, 2024

Peregrinación a Kazajistán por la Paz

 Peregrinación a Kazajistán por la Paz

El Papa Francisco está en Kazajistán para subrayar la importancia y la urgencia de este aspecto, al que las religiones están llamadas a contribuir de modo particular, enfatizó el Sumo Pontífice, y, por ello, tiene el honor de participar en el séptimo Congreso de Líderes de las Religiones Mundiales y Tradicionales. “Oportunamente, evocó Bergoglio, la Constitución de Kazajistán, al definirlo laico, prevé la libertad de religión y de credo”.

“Una laicidad sana, que reconozca el rol valioso e insustituible de la religión y se contraponga el extremismo que la corroe, representa una condición esencial para el trato equitativo de cada ciudadano, además de favorecer el sentido de pertenencia al país por parte de todos sus elementos étnicos, lingüísticos, culturales y religiosos. Las religiones, en efecto, mientras desarrollan el rol insustituible de buscar y dar testimonio del Absoluto, necesitan la libertad de expresión. Y, por tanto, la libertad religiosa constituye el mejor cauce para la convivencia civil.”

El Santo Padre expresó su aprecio por la afirmación del valor de la vida humana mediante la abolición de la pena de muerte, “en nombre del derecho de todo ser humano a la esperanza”. “Junto a eso, es importante garantizar la libertad de pensamiento, de conciencia y de expresión, para dar espacio al rol único y equitativo que cada uno ocupa en el conjunto”.

Recapitulando el símbolo del Dombra, Francisco reflexionó que en este punto el instrumento puede ser de estímulo, porque es principalmente un instrumento musical popular y, en cuanto tal, comunica la belleza de conservar el genio y la vivacidad de un pueblo. Como acotó el Sucesor de Pedro, “eso es lo que se confía en primer lugar a las autoridades civiles, primeras responsables en la promoción del bien común, y se realiza de modo especial en el apoyo a la democracia, que constituye la forma más adecuada para que el poder se traduzca en servicio a favor de todo el pueblo y no sólo de unos pocos”. En esa línea, el Papa admitió su conocimiento del proceso de democratización, dirigido a reforzar las competencias del Parlamento y de las Autoridades locales y, en términos más generales, una mayor distribución del poder. Bergoglio lo calificó como “un camino meritorio y exigente que, ciertamente, no es breve y que requiere proseguir hacia la meta sin volverse atrás”. “En efecto, la confianza en quien gobierna aumenta cuando las promesas no terminan siendo instrumentales, sino que se cumplen efectivamente”, indicó.

Hablando sobre la democracia, el Papa resaltó la importancia de que la democracia y la modernización confluyan en un servicio concreto al pueblo, con una buena política de escucha a la gente y respuesta a su necesidades, de respuestas a sus necesidades legítimas, de una constante implicación de la sociedad civil y de las organizaciones no gubernamentales y humanitarias, con una atención particular respecto a los trabajadores, los jóvenes y los sectores más débiles. También bregó por la urgencia de implementar medidas para luchar contra la corrupción, puntualizando que esto es algo que todos los países del mundo necesitan.

Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News

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