Mayo 18, 2024

Declaración IC: ¡Qeremos Paz!  

 Declaración IC: ¡Qeremos Paz!  

Cómo Juventud de la Izquierda Cristiana de Chile, en vista de los trágicos acontecimientos recientes en la región del Levante y, más específicamente, en la Franja de Gaza, declaramos lo siguiente:  

1.- Reafirmamos nuestro compromiso y apoyo a la solución bilateral planteada por el Gobierno de Acuerdo Nacional Palestino y el Estado de Israel concretado en los denominados “Acuerdos de Oslo” de 1993 -oficialmente denominados “Declaración de Principios sobre las Disposiciones relacionadas con un Gobierno Autónomo Provisional”-. Es más, creemos que es necesario, conforme al principio de “Uti Possidetis Iuris” y el principio “Statu Quo Ante Bellum”, promover el respeto y recuperación de las fronteras previas a 1967 en beneficio de todos los pueblos de la tierra del Levante. Por ello, condenamos toda forma de imperialismo, colonialismo e intervención contraria al Derecho Internacional Público.  

2.- Asimismo, recalcamos que la paz es fruto de la justicia y, por lo tanto, es necesario que en un nuevo orden global, la autonomía, la libertad y soberanía del Pueblo Palestino sean afirmadas y respetadas, en pos del horizonte de plena paz, reconciliación y comunión de todos los pueblos. No hay un porvenir de la Humanidad en que no exista el Estado Palestino.  

3.- Ahora bien, sin perjuicio de nuestro inclaudicable compromiso con la liberación del pueblo Palestino, justamente en vista de nuestra vocación y responsabilidad con la dignidad humana y el bien común, condenamos sin atenuante o ambivalencia la violación de mujeres, rapto, tortura, asesinatos y otras vejaciones perpetradas por el grupo terrorista “Movimiento de Resistencia Islámica”, también conocido como “Hamas”.  

Los tratos vejatorios con los vencidos, las humillaciones, torturas, el uso de la violencia sexual y el asesinato de civiles, especialmente de mujeres, niños, niñas, adolescentes y ancianos, es condenable en todo tiempo y lugar. Y así se confirma en el Derecho Internacional Público, en los artículo 3° de los Convenios I, II, III y IV de Ginebra relativos a la “suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña”, “la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar”, “al trato debido a los prisioneros de guerra” y “a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra”, todos de 1949.  

4.- No reconocemos al grupo terrorista “Hamas” como representante válido del pueblo palestino ni de su justa lucha por su liberación. Aunque reconocemos el Derecho a la Rebelión, la Guerra Justa, la Legítima Defensa y el Estado de Necesidad que acaecen en favor del pueblo de Palestina, y creemos que la desobediencia civil, la no violencia activa e incluso el sabotaje y la insurgencia son válidos, jamás, nunca y bajo ningún motivo puede ser justificado el ataque indiscriminado a civiles, como tampoco, las violaciones y abusos sexuales, ni los tratos humillantes y vejatorios perpetrados por ésta o cualquier otra organización.  

5.- Actualmente existen innegables violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos perpetradas por el Estado de Israel, entre las cuales pueden enumerarse: uso de recursos hídricos, minerales y otras riquezas naturales que están en territorios palestinos -reconocidos por el mismo gobierno israelí- sin pagar su extracción o uso; privación de agua potable, electricidad y servicios básicos de diversas zonas palestinas en favor de colonias israelíes fuera de su territorio soberano; uso de la violencia y torturas físicas, psicológicas y sexuales contra civiles palestinos por protestar, negarse a aceptar un control policial, represalias por actos de terceros y otros; 

desaparición forzada de periodistas; desalojos sin procesos judiciales y expropiaciones sin compensación alguna ni causa legal a residentes palestinos, incluyendo el forzamiento a destruir las propias viviendas; límites injustificados e indebidos a las comunidades musulmanas y cristianas; entre otros casos fehacientes de violación de Derechos Humanos.  

Así lo confirma la Corte Internacional de Justicia en los casos “Beit Sourik Village Concil V. Israel”, HCI2056; “Hamoked V. Goverment of Israel”, HCI9961/03 y otros. Igualmente, de acuerdo a opiniones consultivas de la CIJ solicitadas por Naciones Unidas reafirman esto, como se señaló en el ICI Rep. 136, Advisory Opinión of 9 July, 2004, “Legal Consequences of the Construction of a Wall in Occupied Palestinian Territory”. Por lo tanto, no podemos dejar de insistir en la condena absoluta y tajante a las terribles violaciones a los derechos humanos del pueblo Palestino ejercidas por el Estado de Israel, las cuales constituyen actos de genocidio y apartheid; que deben detenerse inmediatamente.  

6.- En dicha línea, tanto la historia pasada como los hechos actuales dan testimonio de un recrudecimiento y aumento sistemático de la crueldad y el odio irracional por parte de los sectores más radicales e intolerantes de la derecha del Estado de Israel. Así, ante los hechos perpetrados por el grupo terrorista “Hamas”, el Estado de Israel ha iniciado una serie de operaciones que vulneran el Derecho Internacional Público.  

Sin perjuicio del derecho del pueblo israelí de ejercer la Legítima Defensa, Benjamín Netanyahu y sus colaboradores han iniciado actos crueles como cortar los suministros de agua, electricidad, alimentos y otros servicios básicos a la Franja de Gaza. Así también, han iniciado una serie de bombardeos indiscriminados contra civiles y ejercido una venganza desproporcionada haciendo uso de su inmensa superioridad militar, tecnologica y estrategica, afectando directamente a civiles inocentes en su lucha contra dicho grupo terrorista.  

Actualmente, el Estado de Israel está violando los artículos 55° y 56° del IV Convenio de Ginebra relativo “a la protección debida a las personas civiles en tiempos de guerra”, puesto que está negando el acceso a servicios médicos, sanitarios, higiénicos, electricidad y alimentación necesarios para la supervivencia de los civiles. Igualmente, las declaraciones del Ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, quien ha dicho textualmente que “He ordenado un bloqueo total de Gaza. No habrá electricidad, ni comida, ni combustible. Luchamos contra animales humanos y actuaremos en consecuencia“, además de negar la dignidad humana de sus oponentes -sin perjuicio de la crueldad de “Hamas”-, es constitutivo de una vulneración grave del artículo 33° del mismo Convenio.  

Condenamos igualmente los castigos colectivos, pillajes y represalias injustificadas contra civiles que está perpetrando el Estado de Israel. El ataque indiscriminado de civiles, particularmente mujeres, niños, niñas, adolescentes y ancianos, jamás, en ningún lugar y tiempo, y bajo ninguna circunstancia es justificable, siendo siempre injusto, indebido e improcedente.  

7.- Igualmente, llamamos a la oposición democrática del gobierno israelí a tener sumo cuidado, pues frente a estos hechos no pueden ni deben dejarse seducir por los discursos del orden y la búsqueda de silenciar los diversos conflictos internos del Estado de Israel ante la destrucción progresiva del proyecto social y comunitario de los Kibutz, como también, otras expresiones de la economía solidaria y comunitarista en que sus fundadores edificaron dicho país. Llamamos al “HaAvoda”, al “Meretz” y a todas las organizaciones representativas de los trabajadores del país, legítimos herederos del “Partido de los Trabajadores de la Tierra de Israel” o también llamado “Mapai” a no permitir que el “Likud” y la extrema derecha israelí sigan promoviendo el odio irracional, la 

venganza ciega, el liberalismo económico sin límites y la destrucción de la división de poderes.  

Que el “Likud”, Benjamín Netanyahu y los colaboradores de estos en el parlamento del Estado de Israel, el Knéset, no tengan argumento, apoyo ni excusas para intervenir y descomponer el poder judicial y legislativo, ni sigan socavando la libertad de conciencia, religión, prensa y otras libertades individuales como han procedido hasta ahora.  

8.- Llamamos a todos los seguidores de la tradición judeo-cristiana, especialmente a quienes profesan la fe judía a no ignorar las enseñanzas del excelente filósofo y teólogo Maimonides en sus textos “El Libro de los Mandamientos” (“Sefer Hamitzvot”) y “La Guía de los Perplejos” (“Moré Nevujim”), quien enseña, conforme a la Ley Judía y el Derecho Natural, que está prohibido el uso del vandalismo, la venganza y el uso desproporcionado de la fuerza en la guerra, señalando por ejemplo, que es contrario a la Ley y Tradición judía la destrucción de árboles frutales, alimentos, agua, romper vasijas, rasgar vestimentas, destruir las edificaciones, medios de trabajo, matar animales innecesariamente, envenenar personas o ganado como táctica de guerra.  

Así también, actualmente, diversos rabinos han sido claros, como Judá Loew de Praga, quien señala que la ley judía prohíbe matar a inocentes, incluso en el transcurso de un enfrentamiento militar legítimo. Inclusive, según Maimónides, al sitiar una ciudad para apoderarse de ella, no hay que rodearla por los cuatro costados, sino sólo por tres, dejando así una vía de escape a quien desee huir para salvar la vida. Posteriormente, Najmánides, que escribió un siglo después, reforzó la regla y añadió una razón: Debemos aprender a tratar amablemente a nuestro enemigo“.  

Jamás debe olvidarse uno de los principios rectores de la religiosidad y moral judía, el “Tikún Oalm”, que al ser traducido del hebreo significa “reparar el mundo“. Al respecto, ¿se puede reparar al mundo con una política de venganza o crueldad contra cualquier oponente? ¿Se puede reparar el mundo si desconocemos nuestras raíces, tradiciones y valores que llaman a la comunidad, a compartir, al perdón y la comunión de la humanidad? ¿Se puede reparar el mundo si se ignora la dignidad humana del otro? Llamamos a toda persona que pertenezca a esta milenaria tradición por fé, por razón o por costumbre a oponerse a los discursos de odio y segregación de los grupos de extrema derecha como el “Likud” y sus secuaces; reconstruyendo los puentes de diálogo y paz, para una convivencia pacífica, de solidaridad y amistad entre Israel y Palestina como Estados libres, soberanos e independientes, como iguales.  

9.- Condenamos la intervención de los Estados Unidos y toda potencia que anteponga sus intereses mezquinos sobre la dignidad humana, como también, toda forma de antisemitismo y deshumanización contra las personas de Israel y Palestina.  

¡Por la paz en la Tierra Santa! ¡Por una Palestina libre y soberana! ¡Por la amistad israelí-palestina! ¡Por la colaboración y solidaridad entre judíos, cristianos y musulmanes!  

Ética, Solidaridad y Esperanza 

Editor