La ocupación israelí vulnera el Derecho Internacional
Pasa el tiempo y no es que todo siga igual, sino que va a peor. Israel actúa con más impunidad, frente a la indiferencia de Occidente. Mientras, el pueblo palestino sufre el auténtico genocidio al que le somete los gobiernos israelíes.
Desde 1948, las vidas de la población de Palestina han pasado por situaciones críticas y convulsas. En estos días se recrudece la represión y muertes.
Conocemos que la Comisión Internacional Independiente de Investigación de Naciones Unidas sobre el Territorio Palestino Ocupado, que incluye Jerusalén Occidental, determina que la ocupación israelí en Palestina es ilegal. Hay «motivos razonables» para alcanzar la conclusión de que la ocupación israelí vulnera las normas internacionales. Han transcurrido setenta y cuatro años desde el comienzo de este trágico conflicto.
Ni Estados Unidos, ni la Unión Europea, ni ningún país de occidente, que tan beligerantes están siendo contra Rusia por la invasión de Ucrania, enviando armas, dinero y apoyo de todo tipo, han hecho nada igual a favor de la Palestina ocupada en esta larga historia. Esta situación muestra el cinismo, cuando no la indecencia, ante situaciones cargadas de crímenes contra la humanidad cometidas por Israel contra el pueblo palestino. Cada día, cada hora, conocemos como actúa el ejercito israelí en los territorios ocupados, que clama, cuando la violencia se ejerce contra niños y niñas.
Lo que está pasando en Palestina es un crimen contra la humanidad y los asentamientos constituyen un obstáculo para alcanzar un acuerdo de paz justo y duradero. «Palestina es como Auschwitz«, dijo José Saramago. Denunciar y apoyar la causa palestina es un deber. Los palestinos son víctimas de crímenes cometidos por el gobierno de Israel, con el aplauso de su pueblo y el apoyo de EEUU. Mantener viva la memoria de Sabra y Chatila, es decir a los palestinos que no están solos y a los opresores que no van a quedar impunes.
La ocupación israelí vulnera el Derecho Internacional; ignorando la legalidad al establecer o facilitar el establecimiento de asentamientos, y al transferir directa o indirectamente a civiles israelíes a estos asentamientos. La ocupación ha producido un gran daño silencioso y trauma psicológico, como resultado de la erosión de los derechos económicos, sociales y culturales. La comisión de la ONU ha evaluado el impacto de las políticas de anexión y ocupación israelí especialmente en las mujeres y los niños.
Para Israel, los asentamientos en territorio palestino son hechos consumados. Las políticas y acciones dirigidas a la ocupación permanente y la anexión pueden considerarse crímenes de derecho penal internacional y como crimen de lesa humanidad la deportación o traslado forzoso.
Víctor Arrogante – Madrid