Abril 25, 2024

Chile: Otro grave atentado a los Derechos Humanos

 Chile: Otro grave atentado a los Derechos Humanos

El 4 de noviembre de 2019, Mauricio Jara (28) salió temprano de su casa rumbo al trabajo. Tenía turno de mañana en la construcción donde se desempañaba como operador de grúas en la comuna de Maipú. Al finalizar su jornada, a eso de las 16:00 hrs.  tomó la autopista rumbo el sector de Plaza Dignidad, lugar en donde su hermana se encontraba vendiendo aguas y bebidas a quienes llegaron a manifestarse en contra el gobierno de Sebastián Piñera y el modelo neoliberal imperante en el país. 

Mauricio miró su reloj. Eran las 18:30 hrs. y, de repente, escuchó “vienen los pacos, vienen los pacos”. Todos corrieron. En ese momento, tomó el carrito de aguas y bebidas de su hermana. Sin embargo, no pudo moverlo debido a que estaba trancado. Giró su cabeza en dirección a Carabineros, vio humo y cayó desplomado al suelo. Una bomba lacrimógena le había destrozado su cráneo dejándole una perforación circular de 4 centímetros que lo tuvo al borde de la muerte. Desde ese momento, la vida de Mauricio cambió radicalmente.

Mauricio nació y creció en la comuna de Lo Prado, en el sector poniente de Santiago, ahí vivió con su madre hasta los 18 años. Recuerda que su infancia transcurrió entre las salidas a jugar con sus amigos y los paseos en bicicleta. Posteriormente, llegó a vivir a su casa actual, en Cerro Navia, y donde vive con Maricella, su hermana y quien ha sido parte fundamental de su proceso de recuperación.

¿Cómo recuerdas el lunes 4 de noviembre de 2019?

-Ese día me tocaba turno de mañana, era de siete a 16:00 hrs. me levanté, salí, me fui en mi auto al trabajo. Cumplí mis labores todo el día normalmente. Cuando me tocó salir a las cuatro de la tarde, fui a la Plaza Dignidad. Tomé la autopista y me demoré como 30 minutos en llegar. Apenas llegué al lugar, saqué la mercadería que era de mi hermana y que tenía en mi auto. Luego estuve vendiendo con ella un rato. Saqué mi reloj y miré la hora, eran las 18:30 hrs. de repente, la gente comenzó a gritar y los pacos se estaban acercando. Nosotros con mi hermana estábamos cerca de la rotonda de Plaza Dignidad. Todos comenzaron a correr cuando los carabineros comenzaron acercarse. Yo, como andaba con el carrito de mi hermana, se me trancó y no lo podía mover. En ese instante en que lo tironee, me doy vuelta, veo algo humeante y caigo a tierra. Después de eso no me acuerdo de nada.

Mauricio hace una pausa, habla con asombro. Dice que luego que una bomba lacrimógena le rompiera el cráneo no sintió dolor, no sintió el impacto. El golpe fue tan rápido que perdió la consciencia inmediatamente. Cayó al suelo desplomado. Tras el brutal actuar de Carabineros, fue traslado de urgencia a la ex Posta Central, lugar en el que fue operado producto de la gravedad de su herida y donde los médicos decidieron hacerle un coma inducido por ocho días para salvarle la vida.

 ¿Tú crees que fue un accidente o que Carabineros disparó intencionalmente para causa daño?

-Yo creo que fue intencional. Ese día en la Plaza Dignidad la gente estaba manifestándose pacíficamente. Había enfrentamientos, pero más abajo. Carabineros llegó ese día disparando para causar daño.

¿Cómo ha avanzado la investigación para dar con el responsable del disparo?

-El Instituto Nacional de Derechos Humanos realizó una demanda contra el Estado, pero hasta el momento va todo lento producto de la pandemia. Está todo súper lento. Un abogado quiso tomar mi caso y está viendo el tema ahora.

¿Cómo ha sido tu vida después de la operación?

-A mí me operaron el 14 de diciembre de 2020. En ese momento me pusieron dos placas de titanio, una que va bien apegada al cerebro y otra que va por afuera del cráneo para protegerme. Después, cuando volví al trabajo, me sentí más aliviado porque ahora puedo andar en la calle un poco más tranquilo, entre comillas. Si me cae algo en la cabeza, una piedra, por ejemplo, ahora voy a estar más tranquilo que no me pase nada grave y ponga en riesgo mi vida.

¿Tú crees que en Chile hay justicia?

-No, en Chile solo hay justicia para la gente que tiene dinero. Por ejemplo, la misma gente que es de ultraderecha que amenazaron a la fiscal y tenían armas de fuego, chalecos antibalas y cosas para ir a una guerra. El mismo gobierno le bajó el perfil diciendo que eran “utensilios”, pero en Iquique allanaron a unas personas que estaban en las manifestaciones y se ponían máscaras y los tildaron que eran enemigos del Estado. Ahí se nota la diferencia, a la gente con plata la protegen y a la gente pobre la mandan a la cárcel. 

Alexis Polo  /  La Voz de los que Sobran

Impacto de Bomba Lacrimógena de Carabineros en la cabeza del joven Mauricio Jara:

 

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