Mayo 1, 2024

En el país de los Adultos Mayores

 En el país de los Adultos Mayores

El mes de octubre, se inicia con la celebración del Día del Adulto Mayor, una conmemoración que se prolonga marcando a octubre como el Mes del Adulto Mayor, reconociendo que son ellos quienes nos hacen presente nuestro propio futuro, pues todos vamos hacia allá. Ellos nos muestran que las personas que están siempre vigentes son las que conservan razones de fondo para vivir.

Las estadísticas muestran un creciente envejecimiento de la población chilena. Se trata de un dato preocupante, por muchos aspectos que no es del caso analizar ahora; pero quisiera invitarles a valorar el tesoro de experiencia y sabiduría que tenemos en tantos adultos mayores que nos rodean.

En el país de los adultos mayores pasan muchas cosas: hay problemas de salud, hay pensiones que siguen siendo miserables, hay soledad y abandono, hay dificultades para vivir en una sociedad tecnologizada, etc. Pero también hay un tremendo capital de experiencia y sabiduría que no siempre es valorado y aprovechado. Sin duda, cuando vivimos en una cultura del éxito y la apariencia, donde -en ciertas áreas laborales- a los 40 años ya puede ser difícil encontrar trabajo, para muchos no es fácil acoger la riqueza de experiencia y sabiduría que pueden ofrecer los mayores.

Les invito a que recorramos, brevemente, algunos de los muchos ejemplos que ofrece la historia. En la época del Renacimiento, el genial pintor italiano Tiziano, con 98 años de edad, terminaba su gran obra “La batalla de Lepanto”. Otro artista italiano, Tintoretto, daba el último toque a una obra maestra de grandes dimensiones (24 metros de largo por 10 metros de ancho), el cuadro se bautizó “Paraíso”, y  Tintoretto tenía entonces 74 años. También, Picasso siguió pintando hasta los 90 años ¿Quién se hubiera atrevido insinuar a estos genios de la pintura que su vida útil había concluido? Quizás, hubo algún necio que lo insinuó.

Sigamos con otros ejemplos. A los 80 años, Goethe acababa su obra maestra, el “Fausto”. Si se hubiera retirado siguiendo las sugerencias de los que dicen: “a tu edad es mejor descansar, ya puedes sentirte orgulloso de lo que has hecho”, ¿qué hubiera sucedido? Pues que hoy en día no tendríamos esa obra cumbre de la literatura alemana y universal, y nadie mencionaría el nombre de Goethe.

Y en la música está -entre muchos- el compositor Giuseppe Verdi, que a los 74 años regaló al mundo la genial ópera “Otello”. Años más tarde, como si no fuese suficiente, a los 85 años compuso el “Ave María”, el “Stabat Mater” y el “Te Deum”.

Puesto que la vida es una misión que dura hasta el final, el político alemán Konrad Adenauer tomó las riendas de su país cuando tenía 77 años, en el momento que Alemania era una nación derrotada por la guerra; Adenauer asumió el desafío y estuvo en la presidencia hasta sus 88 años de edad. O Winston Churchill, que fue primer ministro de Inglaterra hasta los 88 años. Y Mahatma Gandhi consiguió la independencia de la India en su lucha no violenta cuando tenía 77 años, y Nelson Mandela asumió la presidencia de Sudáfrica cuando tenía 76 años, luego de estar 27 años en la cárcel por su lucha contra la discriminación racial en su país.

El Salmo 92 dice que “el justo en la vejez seguirá dando frutos, estará lozano y frondoso”, y la historia está llena de ejemplos de hombres y mujeres como Clotario Blest que siguió activo en la defensa de los derechos humanos hasta los 86 años; o el maravilloso Papa Juan XXIII, que a los 77 años fue elegido Papa para una transición rápida, pero por cinco años guió a la Iglesia en la renovación del Concilio Vaticano II con una lucidez espiritual admirable. O el mismo Papa Francisco que hoy, a sus 86 años, sigue animando la renovación de la Iglesia y es un líder mundial por la paz y la defensa del medio ambiente.

Podríamos seguir con los ejemplos de aquellos que siguen dando frutos en su ancianidad, y seguro que usted conoce muchos ejemplos entre sus familiares, amigos y vecinos. En un país cuya población envejece hay complicados temas que enfrentar, pero también es muy cierto que en las personas mayores hay un tremendo capital de sabiduría y creatividad. La edad, antes que enturbiar los días, también los llena de color y fantasía, y a los seres humanos nos pasa lo mismo que al vino: cuanto más añejo, mayor es la calidad y el sabor.

Y, para terminar, ¿cuándo va a haber pensiones dignas para los adultos mayores? Es de esperar que suceda pronto, porque no se trata de una dádiva, sino de un derecho bien ganado en largos años de trabajo.

Marcos Buvinic – Punta Arenas

La Prensa Austral  –  Reflexión y Liberación

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